Nubes y claros, con dos días solo
de esplendorosa luz y de broche, el domingo a mediodía,
rasgando las algodonosas nubes que volaban entre los riscos
de Punta Pescadores el sol abría un hueco cayendo sobre el
“circo” de Yehba, la antigua Puerto Capaz, destacando airosa
sobre el horizonte la solitaria y airosa garita de la vieja
posición española, cuyas ruinas aun siguen en pie, el
encalado morabo con su cúpula amarilla y puerta azul y el
radar de la Marina Real que cubre la zona mientras al este,
protegida entre acantilados de vértigo, las azules aguas de
la recogida caleta refulgían, bruñidas, bajo los cálidos
rayos del sol. Una intensa semana con mil trescientos kms. a
la espalda, cruzando la costa de oeste a este atravesando
wadis y barrancadas, pisando playas (diría que todas) y
atravesando en zigzag con “Jimmi”, nuestro pequeño pero útil
4x4 que según parece nunca se había visto en otra como ésta,
la agreste belleza de las 28.869 hectáreas del Parque
Nacional de Alhucemas para, entre tiras y aflojas, acabar
desembocando (el día anterior habíamos llegado, partiendo de
Torres de Alcalá, a su altura) en la histórica cala de Badis,
señoreada por la apiñada silueta del Peñón de Vélez de la
Gomera en la que aun flamea, pardiez, la bandera roja y
guarda.
Y mientras, en Ceuta, los tablighi siguen porculando,
remitiéndome a mi anterior columna del domingo 10 si
necesitan refrescar la memoria pues el patético culebrón que
está sufriendo el IES “7 Colinas” por parte del padrecito
Laarbi Maaties, fachada local de la espesa secta de la
Yama´a Al Tabligh y presidente in péctore de una de sus
coberturas, la UCIDCE (Unión de Comunidades Islámicas de
Ceuta), sigue dando la nota. Los hechos ya los conocen,
junto con un breve historial de las andanzas de nuestro
duque de Mollina y emir de Kandahar, sidi Laarbi Maateis. Y
aun me quedé corto. Les conté, sí, que el máximo responsable
local de la inquietante y espesa secta del Tabligh, había
roto a patadas la puerta del despacho de la Autoridad
Portuaria por un asunto de la “Mussala”, pero no les dije
que de paso mentó por dos veces a la señora madre del
presidente de la misma, Pepe Torrado, al quien el miserable
tildó de “hijoputa”. ¡Y no le partiste la cara, Pepe,
amigo?.
Y todavía hay más, para que vean cómo se las gasta este
elemento de Laarbi Maateis: a un antiguo amigo y protector,
que llevado de su buena voluntad pagó durante mucho tiempo
los gastos de la luz y agua de la mezquita aljama del
Tabligh, allá debajo del cuartel de Regulares esquina con la
avenida de Lisboa y que, incluso, financió en parte la boda
de Maateis e incluso llegó a contratarle.... pues en un
quítame allá esas pajas le amenazó posteriormente con
quemarle la casa con su familia dentro, tal cual. Así
funciona este falso mansurrón, este animal con ropa de
Maateis, mordiendo la mano que le ha dado de comer (toma
nota presidente Vivas). El empresario ceutí Abelmalik
Mohamed Amar sabe, de pe a pa, que lo anteriormente escrito
es rigurosamente cierto, ¿verdad amigo Malik?. O el otro
medio escrito de la ciudad, El Faro de Ceuta, cuya redacción
también amenazó Laarbi Maateis con “incendiar”, ¿o no es así
Carmen Echarri?. Carmen, querida, aun estoy esperando un
artículo sobre el particular además de la consabida
denuncia. ¿O acaso no te ha dejado el señor Rafael
Montero...? Digo. Por no hablar del paripé prevaricador de
la Fundación Pluralismo y Convivencia, entidad del sector
público estatal creada en octubre de 2004 e integrada en el
ministerio de Justicia, que dio hace años el visto bueno a
una serie de facturas falsas con las que asociaciones pseudo
religiosas lideradas por Laarbi Maateis intentaron (¡y
consiguieron!) justificar una serie de subvenciones. No
quiero cansarles, otro día les contaré más porque, ¿saben?,
esto es solo la punta del iceberg. El asunto del cementerio
musulmán, bastión mediático-financiero de la secta del
Tabligh o el escabroso asunto de las “escuelas” coránicas
(sin licencias de apertura), muchas bajo el paraguas del
Tabligh, dan para sendas columnas, ya “caerán” en su
momento, cuando proceda. ¡Cómo se va a reír Abselimo cuando
me meta a fondo con el escándalo del cementerio de Sidi
Embarek!
Volviendo al IES “7 Colinas”, ahora resulta que el violento
agresor se convierte en “agredido”. Fracasada su primera
táctica defensiva, es decir mandar a gente honesta y humilde
bajo el control de la secta para intentar parar las
denuncias, nuestro duque de Mollina y emir de Kandahar se
despacha ahora acusando a los docentes del instituto de
enseñanza secundaria de “encubrimiento, violencia y maltrato
escolar”, acusación interpuesta a través de UCIDCE (Unión de
Comunidades Islámicas de Ceuta), organización bajo el
control de la secta del Tabligh y en la que, si no son todos
los que están si están, desde luego, todos los que son.
Y otros, emboscados, a la espera desde fuera como el
presidente de la FAMPA (Federación de Asociaciones de Madres
y Padres de Alumnos), Mustafa Mohamed, mientras la
presidenta de la AMPA del “7 Colinas”, Nuria Buscató, no
dice ni esta boca es mí ni acaba de parir un comunicado al
respecto. Menos mal que hay testigos de sobra y que, el tal
Maateis y su talante, es de sobra conocido. En todo caso y
poniéndome en la piel del juez encargado del caso, ya iría
pidiendo por conducto reglamentario al Cuerpo Nacional de
Policía (CNP), Guardia Civil (GC) y Centro Nacional de
Inteligencia (CNI), informaciones al respecto tanto de la
secta del Tabligh en sí como de su organización en Ceuta,
así como de esta delicada criatura llamada Laarbi Maateis,
este un individuo falso, vil, peligroso y mentiroso, amigo
de lo ajeno y sumamente ambicioso. Él y su puñetera secta.
En cuanto al actual papelón de UCIDCE, implicándose en el
asunto interponiendo una denuncia contra el IES “7 Colinas”,
hay dos lecturas: una, que UCIDCE ( y el Tabligh) unen su
suerte en Ceuta a la de Laarbi Maateis, son tal para cual;
dos, que el control de Maateis en las dos asociaciones es
tal que, a fin de intentar salvarse en el juicio, está
mandando un órdago a las autoridades ceutíes (las CICI),
amenazándolas con sacar a la calle la telaraña asociativa (mafio-islamista
radical) bajo su férula. ¿Autoridades CICI...? ¡Ah, sí, un
acrónimo!: Cobardes, Incompetentes, Corruptas e
Irresponsables. Otro día sigo. Visto.
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