Algunos socialista están enfadados
con mí persona, por cuanto escribo sobre su secretario
general, Rubalcaba, y lo que le puede llegar al PSOE de
seguir al frente del mismo, con esas divisiones que se están
produciendo en Cataluña, Galicia y Madrid. Unas divisiones,
por las que me atreví a escribir, que de seguir por ese
camino el PSOE iba a terminar como la UCD. O sea más
dividido que un pastel en casa de un pobre con doce hijos.
En mi escrito, sobre el asunto, lo único que trataba es de
indicarles el camino que deberían seguir, sino querían
acabar divididos y recuperar el tiempo perdido y, sobre
todo, la confianza en el personal que les había abandonado,
volviendo a ser un partido fuerte, porque es interesante
para España y la democracia, un PSOE fuerte.
Les aconsejaba también, cambiar de líder buscando gente
joven con capacidad para volver a ilusionar a los votantes.
Por supuesto que no soy nadie para aconsejar a nada ni
nadie, pero de socialismo y de saber lo que significa esa
palabra y la de ser socialista, le puedo dar lecciones a
todos esos mindundis, socialistas de nuevo cuño, que carecen
de la más elemental idea de lo que es y significa socialismo
y ser socialista. Porque todos ellos conforman un socialismo
descafeinado, lo que parecido al socialismo de verdad, es lo
mismo que el parecido entre una castaña y un limón.
Mis escritos, aunque a algunos les cueste creerlo, se basan
en razonamientos lógicos, sobre lo que está sucediendo en
España, sin que ninguna idea me haga rehén de ellas, por la
sencilla razón que soy de los convencidos, que el mundo de
las ideas se acabaron con Platón.
Por eso siento una enorme satisfacción, cuando voces dentro
del PSOE muy cualificadas y de las que nadie puede dudar de
sus ideas y de su gran defensa de esas ideas socialistas de
verdad, le hacen una entrevista y me viene dar la razón de
cuanto he escrito con anterioridad sobre Rubalcaba y hacia
donde va el PSOE como no cambie el timonel que, en estos
momentos, maneja el barco.
Por eso doy las gracias al ex –presidente de Extremadura,
Rodríguez Ibarra, ya que cuanto dijo en la entrevista que le
realizaron en “Espejo Público”, vino a decir lo mismo que
servidor había escrito en referenciala al secretario general
del PSOE, Rubalcaba.
Renovarse o morir, es una verdad tan grande como un templo,
pero que quienes llevan sentado en el sillón del poder, más
años que Cascorro de mili, se resisten a dejar ese sillón a
personas más jóvenes que están preparadas y son capaces, con
esa savia nueva que da la juventud, de volver a ilusionar,
con sus ideas, a los socialistas.
No se procederá a ese relevo generacional, ni en el PSOE ni
en ninguno de los partidos. Nadie quiere peder el sillón del
poder. Además la mayoría de esos mediocres que están
sentados en ellos, de qué van a vivir en cuanto dejen la
política, su único modus viviendas
Total, mi gratitud a Rodríguez Ibarra que, por cierto, no es
nada sospechoso.
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