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La reunión estratégica mantenida
por los presidentes de las Ciudades Autónomas de Ceuta y
Melilla, Juan Vivas y Juan José Imbroda para abordar en
perfecta sintonía asuntos comunes de planteamiento al
Gobierno de la nación, introduce un elemento nuevo: el
carácter dual de ambos Ayuntamientos, de cara a la Reforma
de la Administración Local. Y es que esta defensa de la
dualidad, siempre ha sido defendida y planteada por el jefe
del Ejecutivo ceutí cuando, al referirse a la condición de
ayuntamiento y de Ciudad Autónoma, siempre ha dicho que
Ceuta (y por tanto Melilla), “tiene lo mejor de los dos
mundos”: el municipal y el autonómico. Ahora, con la puesta
en valor de esta dualidad, con la necesidad de recoger en la
nueva Ley de Régimen Local las especificidades de ambas
Ciudades Autónomas, al buscar definir sus competencias en el
ámbito municipal con carácter de entes locales, sin
perjuicio de que los servicios asumidos en las
transferencias competenciales se rijan por los principios de
sostenibilidad e igualdad, ambos dirigentes no hacen mas que
situar a “los dos mundos” en la negociación. Y hacen bien.
En esa búsqueda de lo mejor de los dos mundos, Ceuta y
Melilla quieren que el carácter dual de ambas
Administraciones sea recogido en la norma a aprobar,
contemplando los condicionantes estructurales de ambas
ciudades. Además, en este contexto de sintonía y complicidad
mutuas, los dirigentes de ambas ciudades, han coincidido en
cuestiones que les son comunes como la fiscalidad vinculada
a la actividad económica y al empleo, la reforma del IPSI y
el REF, la seguridad jurídica que han de lograr para que a
la hora de primar la implantación de empresas en ambas
ciudades no suponga un fraude evitando empresas ficticias y
plantear su incorporación a la Unión Aduanera,
comprometiéndose a la racionalización y sostenibilidad en el
mantenimiento de los servicios públicos esenciales.
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OPINIÓN / EDITORIAL
