Un mayor control de las licencias de urbanismo que se
conceden, especialmente en los alrededores de arroyos, la
reforestación de determinadas zonas, eliminando los
eucaliptos y plantando árboles autóctonos, o un cuidado
especial de la bahía norte por ser “una de las zonas con una
perspectiva de mayor degradación” son algunas de las
cuestiones que Los Verdes plantea en referencia al Plan
Hidrológico ceutí.
Los Verdes ha presentado al Ministerio de Agricultura,
Alimentación y Medio Ambiente sus alegaciones al proyecto
del Plan Hidrológico ceutí, que está elaborando la
Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG), que tal
como publicó este medio, en diciembre dio un nuevo paso
sometiendo a consulta pública dicho proyecto.
Entre las alegaciones presentadas por Los Verdes está la de
ejercer un mayor control al conceder licencias de urbanismo.
“En zonas como Cortijo Moreno se ha ido edificando sin los
permisos pertinentes y se han acumulado casas, de las cuales
muchas de ellas vierten sus aguas residuales al Barranco del
Infierno”, explica Juan Redondo, presidente de Los Verdes,
en su alegato. “Sería aconsejable tener presente el respeto
a lo establecido por la ley, los cinco metros de linde y los
cien de policías, que en la mayoría de los casos no se
cumple y en ninguno de los arroyos”, añade.
Reforestación
Los Verdes también apuesta por eliminar los eucaliptos que
bordean los pantanos y estudiar plantar árboles autóctonos
como “valor añadido” a la zona, así como “crear huertos
ecológicos”, con los que promover la educación
medioambiental de los más jóvenes.
Otro de los temas abordados es que las aguas superficiales
de la bahía norte son “una de las zonas con una perspectiva
de mayor degradación, puesto que se está convirtiendo en un
cementerio de barcos abandonados”, lo que para Los Verdes
podría suponer “dejar inutilizado uno de los puntos más
importantes de abastecimiento de la ciudad”, al ser la zona
“desde donde se capta el agua del mar”.
El mineral que pasa a los pantanos en zonas como el arroyo
de las Bombas, al ser espacios -explica Redondo- de paso por
zonas con antimonio cercano a los campos de tiro, es un
“problema medioambiental” al que también debería hacer
referencia el Plan Hidrológico.
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