El joven condenado por la muerte de un taxista en abril de
2011 regresó ayer a los juzgados, en esta ocasión, acusado
por diversos delitos de lesiones contra funcionarios de
prisiones. El 17 de abril de 2011, días después de ingresar
en prisión acusado por homicidio, A.G.R., usó una escoba
para destrozar la celda y atacar a varios funcionarios, a
los que también hirió con cristales rotos.
Ante la jueza del Penal número uno, el acusado se conformó
con las penas de multa que Fiscalía solicitaba por cinco
faltas de lesiones y una falta de daños. Además, también se
conformó con la pena de un año y seis meses de prisión que
se le impuso por dos delitos de atentado. En la pena, en la
que se le aplicó el eximente de trastorno psicológico,
también se recoge la obligación de indemnizar a los cinco
funcionarios que sufrieron lesiones. Las cantidades oscilan
entre los 33 y los 330 euros.
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