El 2 de julio de 2008, en el Centro de Salud del Recinto,
el médico Joaquín Q. tuvo un incidente con un usuario. Ante
la cariz que mostraba la situación, el doctor solicitó que
el personal del centro llamara a la policía. Varias
patrullas de la Policía Local se presentaron. Por una parte,
un agente asegura que el médico le propinó dos manotazos y
dos empujones. Por otra parte, el médico afirma que los
agentes le insultaron con palabras como “medicucho” y le
dijeron que le “lincharían”.
La Audiencia Provincial de Cádiz, en su sede desplazada en
Ceuta, señaló ayer un juicio en el que estaban involucrados
dos policías locales y un médico de familia por los delitos
de atentado, detención ilegal y falsedad, según se mostraba
en el alarde del juicio.
Los hechos se remontan al 2 de julio de 2008, cuando, según
ha declarado el facultativo Joaquín Q., un paciente llegó a
su consulta, a última hora, cuando él ya acababa su jornada.
Al intentar realizar el volante para la mujer del hombre, la
aplicación informática mostraba que se trataba de un
paciente “sin cabecera asignada” y, por tanto, no podía
realizar el trámite. El paciente, Omar, ha declarado ante el
tribunal que se dirigió al mostrador y ahí le comentaron que
sí podía realizar el volante. Por su parte, Joaquín Q. ha
afirmado que hubo cierta confusión en el mostrador, pero que
ciertamente no podía realizar ese trámite. Como era a última
hora de la jornada del médico, paciente y facultativo se
cruzaron junto al mostrador del centro de salud.
Joaquín Q. ha declarado en el juicio que el paciente tenía
una actitud agresiva y que le llamó “mal médico”. Omar ha
afirmado que ambos se pusieron “histéricos” y se encontraban
a menos de medio metro uno del otro.
Ante esta situación, una trabajadora del centro del Insalud
ha asegurado que llamó a la policía a requerimiento del
doctor Joaquín Q.
Todos los acusados han coincidido en que una pareja de la
Policía Local tardó solo “un par de minutos” en llegar.
Es en este momento cuando las versiones de los acusados
difieren.
Por una parte, los agentes de la Policía Local Francisco
Luis C. y José M. han asegurado que cuando llegaron, ambos
hombres tenían una actitud en la que estaban “a punto de
pegarse”. Ante esta cariz el policía José M. ha afirmado que
se colocó entre los dos hombres y les puso las manos en el
pecho mientras les decía: “Caballeros, cálmense”. El agente
declaró que el paciente depuso su actitud, pero que el
médico le propinó dos manotazos y otros tanto empujones.
Por su parte, el facultativo ha afirmado que sólo puso su
mano sobre la muñeca del agente sin ninguna intención de
agredirle, mientras les informaba de su número de colegiado,
y que el policía gritó: ¡Agresión a la autoridad!
En este punto vuelven a existir contradicciones. El médico
ha asegurado que, aunque iba vestido de calle, les informó
en todo momento de su número de colegiado y, por tanto, los
agentes de la policía sabían que era el médico.
Por su parte, los policías locales han asegurado que no
conocieron la condición de médico hasta que llegaron a la
comisaría.
Por otra parte, todos han coincidido en que llegaron más
patrullas, incluida una de la Policía Nacional. Joaquín Q.
ha declarado que, supuestamente, un cabo, le llamó
“medicucho” y dijo: “Este es el médico, le hemos cogido”, en
referencia, posiblemente - ha afirmado el médico- a un
incidente que había tenido hacía un mes con otro policía
local. “Me sentí como un mono de feria”, ha asegurado el
doctor, que ha indicado que una vez que llegaron los agentes
su actitud fue tranquila.
Asimismo, los agentes han declarado que Joaquín Q. no se
calmó y ante la agresión a uno de los compañeros se lo
llevaron detenido por “alteración del orden y atentado a la
autoridad” a la comisaría de la Policía Nacional donde
realizaron el atestado.
Tras estos hechos, se han realizado varios juicios, uno de
ellos al día siguiente de los hechos en un juicio de faltas.
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