La Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía (APDHA)
critica en su informe ‘Derechos Humanos en la Frontera Sur
2013’ la actitud del gobierno español el pasado año respecto
a los inmigrantes que llegaron a islas como la de Tierra
(próxima a Alhucemas). Según la APDHA, el Ejecutivo
“vulneró” leyes y convenciones internacionales, así como el
propio ordenamiento jurídico español al entregar a esas
personas a Marruecos. Otra de las cuestiones que recoge el
informe es el cambio en las rutas.
En su informe ‘Derechos Humanos en la Frontera Sur 2013’
-ilustrado con una fotografía de portada de la valla ceutí-,
la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía (APDHA)
señala entre las “novedades” registradas en el ámbito de la
inmigración el pasado año la llegada de subsaharianos a
islas e islotes de soberanía española. Carlos Arce,
coordinador de Inmigración de la APDHA, señaló al respecto
en una rueda de prensa celebrada en Sevilla de la que se
ofreció una nota de prensa, que la reacción del Gobierno
español “no ha podido ser más lamentable, vulnerando leyes y
convenciones internacionales, particularmente en el caso de
la Isla de Tierra”. El Gobierno “obvió su propio
ordenamiento jurídico”, que según recuerda la APDHA, prohíbe
las devoluciones colectivas, “ignoró el derecho a la
petición de asilo y entregó a estas personas a las
autoridades marroquíes, las cuales ejercieron violencia
sobre ellas vulnerando sus derechos fundamentales”. La
actuación del Gobierno español en la Isla de Tierra está,
afirman, “en proceso de presentarse ante el Tribunal Europeo
de Derechos Humanos por la APDHA junto con otras
organizaciones”.
Además la APDHA consta que han cambiado “ostensiblemente”
las zonas de destino, con un incremento notable de llegadas
a la provincia de Cádiz frente al descenso de las llegadas a
la de Granada, algo extensible también, aunque no lo
menciona en este punto, a Ceuta. Ello es debido, según
señalan “a la dificultad de encontrar neumáticas o pateras
de cierta envergadura al margen de los pasadores”.
En el norte de Marruecos también se destaca otro “cambio
importante”, ya que se han duplicado los migrantes que han
logrado entrar en Melilla, al tiempo que disminuían las
entradas a la ciudad de Ceuta. Estos cambios en Ceuta y
Melilla están motivados, según señala Rafael Lara, del área
de Inmigración, “por diferentes circunstancias”. Una de
ellas es “la proximidad de Melilla a la frontera argelina,
donde, según organizaciones marroquíes han sido expulsadas
al desierto más de 2.000 personas”; otra es la “creciente
dificultad para circular por Marruecos” y, en el caso de
Ceuta, “el blindaje del paso del Tarajal por parte de
Marruecos, que en 2011 contempló -recuerda- a centenares de
inmigrantes subsaharianos entrar a nado en Ceuta”.
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Un baile de cifras tanto oficiales como de las ONG
El baile de cifras en cuanto al
número de inmigrantes que, por ejemplo, llegaron el pasado
año a Ceuta es llamativo. Así, y según informó EL PUEBLO de
fuentes de la Delegación del Gobierno, el pasado 3 de enero,
en 2012 fueron 502, un 63% menos que en 2011. Sin embargo,
el CETI contabilizó 584. Por su parte, la APDHA cifra en 756
las entradas clandestinas en la ciudad. Para la asociación
andaluza los balances del Gobierno son “excesivamente
generales y no descienden al detalle” y estas diferencias
“se deben sin duda a criterios de seguimiento”, entre ellos
“no incluir polizones o en Ceuta y Melilla a las personas
marroquíes detenidas y devueltas sobre la marcha a
Marruecos”. “Más allá de ello -agregan- está la voluntad de
presentar de forma triunfalista el descenso de detenciones,
exactamente de la misma forma en que lo hacía el gobierno
socialista”. Para la APDHA, “independientemente de quien
gobierne se ha convertido en un recurso de los diferentes
ministerios comparar la cifra de llegada de inmigrantes con
las de 2006 de forma maliciosa, pues son de sobra
conscientes de que 2006, e incluso en parte 2007, fueron
años excepcionales tras los acontecimientos de Ceuta y
Melilla de 2005”.
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