Eso es lo que pasó el pasado
domingo, como se preveía, volvió a ser un fracaso por el
escaso número de asistentes.
Y es una más. Ceuta, es cierto, no es muy partidaria de las
manifestaciones y, en este caso, gracias a que unos cuantos
jóvenes se acercaron y se unieron, especialmente, por hacer
un poco más de ruido, que de lo contrario hubieran estado
casi solos los convocantes.
Y creo que en pocas ocasiones ha habido tantas razones para
manifestarse, como podía haber ahora, por lo que está
cayendo y no haber medio de pararlo, pero el personal ya
está harto de ver, año tras año, a los mismos, convertidos
en adalides de cualquier movimiento para figurar ahí como
verdaderos líderes, cuando la realidad es que son una
especie de “Don Tancredo” que van mirando, especialmente,
por sus intereses, eso si es que no son “sobrecogedores”,
cosa que en muchas ocasiones lo parece.
El mismo domingo me decía uno de esos que iba, de buena
gana, hasta la Plaza de la Constitución, que antes de llegar
a este lugar se dio la vuelta al ver el protagonismo que
querían tener “los arósteguis” de turno, tratando de manejar
a los que se iban acercando.
Y es que los sindicatos de clase y muy concretamente los
“cocos” nos quieren hacer ver lo blanco negro y no se dan
cuenta de cuenta de que la gente los rechaza y no quiere
saber nada de los movimientos en los que este sindicato y
otro tanto UGT tratan de organizar.
El personal, muy tocado de ala y muy en desacuerdo con la
forma de llevar a cabo la situación por parte del PP, no se
deja engañar y se da cuenta de que hace catorce o quince
meses, con el PSOE en el poder, las cosas no estaban mejor,
además de que estuvieron mintiendo meses y meses desde que
dio comienzo la crisis. Pues bien, entonces estos sindicatos
de la falsa progresía como estaban comprados y bien pagados
por Zapatero y los suyos, miraban para otro lado.
Y repito que ésta sería la ocasión más propicia, una
verdadera ocasión de oro, para mostrarle al Gobierno su
descontento, pero la muestra de ese descontento no la van a
llevar a cabo de la mano de unos sindicatos vendidos y que
no han dado la cara, desde el primer momento, con el paro en
la misma ruta que marcha ahora.
Y ya es significativo que el secretario de UGT, Antonio Gil,
echara de menos, y así lo manifestara, la presencia de un
mayor número de desempleados en la manifestación del
domingo.
El propio Antonio Gil debiera haberse dado cuenta de que no
van más personas a estas manifestaciones por no encontrarse
con unos sindicatos que sólo van a lo suyo.
Por su parte, en CCOO, Emilio Postigo decía:”no nos podemos
quejar de la participación y personalmente estoy contento de
ver a la juventud que ha empezado a moverse en lucha por sus
propios intereses”.
Lo que decía antes, la doble faz de la misma moneda, las
diversas varas de medir un mismo percal y la prepotencia de
no ser capaces de darse cuenta de que, en las
manifestaciones, van de fracaso en fracaso, incluso en
momentos como éste, cuando el personal está muy harto de la
situación y el futuro que espera a cualquiera y a sus
propios descendientes. Ni en estos casos se fían, en
absoluto, de lo que digan y proclamen los sindicatos.
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