Y mira, morena, que tenía
hilvanada una preciosa columna sobre el cierre de la I
Festival sobre Arte y patrimonio en el Rif, que ayer sábado
concluyó al alegre ritmo de la música. Les escribo de hecho
desde la moderna sede del Consejo Regional de Alhucemas,
lleno de gente joven con ganas de disfrutar sanamente de una
milenaria cultura, la beréber o amazigh, que pervive bien
anclada en esta hermosa tierra. La semana fue densa y
movida, entre sol y llovizna con la luz, esa luz tan
peculiar: ora cálida y fuerte, ora pálida y sugerente, a
veces incluso hiriente pero siempre presente en la bahía y
montañas de Alhucemas.
El jueves tuvimos una didáctica visita práctica a la
recogida cala de Badis (el histórico puerto de Fez) y a las
ruinas de Torres de Alcalá y ayer, un reconocido plantel de
arqueólogos impartieron unas didácticas charlas. La verdad
es que, saltando obstáculos, la “Asociación Rif Siglo XXI”
dirigida por un entusiasta Yassin Errahmouni ha logrado
poner en marcha un evento cultural muy digno que, esperemos,
cuente con más apoyos institucionales (esas son además las
recomendaciones del joven soberano Mohamed VI) para el año
que viene.
¡Pero vinieron los tablighi a joder la marrana!. Como
siempre. No aquí en Alhucemas, no, aunque alguno por ahí
brujulea. En Ceuta, siempre Ciudad Querida. Les escribo en
tiempo y forma y hasta aquí hemos llegado. Esto ya no es una
escaramuza (llevo diez años avisando del peligro de esta
inquietante rama del islamismo radical y su progresiva
ascensión en la ciudad), es una guerra abierta y que solo
puede tener un desenlace, que es la anulación de todos los
tentáculos de poder que tiene la secta (así es catalogada
por el islam normalizado) de la Yamâa Al Tabligh en Ceuta
(su buque insignia) y el resto de España. ¿Qué ha pasado...?
Pues algo grave, muy grave, ¡gravísimo!. Se lo cuento y
tomen nota a un lado y otro de la frontera de El Tarajal.
Ah, ¿las fuentes de mi información?: impecables y
contrastadas, con numerosos testigos. De absoluta confianza.
Ya saben que yo nunca les he engañado, otra cosa es que no
les cuente toda la verdad.
Ahí va: el lugar, IES “7 Colinas”. Los afectados: la
comunidad docente. El agresor: Laarbi Maateis, icono y cara
visible de la secta del Tabligh en Ceuta, de hecho su
dirigente oficial aunque el “tapado” tenga otro nombre,
además de asesor en temas religiosos (¡manda, manda huevos!)
del alcalde y presidente de la Ciudad Autónoma, el populista
y popular (del PP) Juan Vivas Lara. Los hechos: días pasados
y tras presentarse en el centro, el Instituto de Enseñanza
Secundaria “Siete Colinas”, por un asunto relacionado con su
hija alumna del mismo, sidi Laarbi Maateis amenazó
gravemente a varios docentes entre los que se encontraban el
director del mismo, el secretario y otros profesores.
Me dirán que igual no fue para tanto, alguna palabra subida
de tono.... Pues no: textualmente y como así supongo que los
afectados habrán ya informado, sidi Laarbi Maateis llamó al
profesorado “drogadicto y cocainómano” (él, Maateis, que es
una “lavadora” con patas) amenazando con “romperles las
piernas” (tal cual, palabras textuales), además de retarles
avisando que “les esperaría en la calle” en el más puro
estilo de un capo mafioso, bueno en realidad lo que es.
¿Acaso al Duque de Mollina y Emir de Kandahar, Laarbi
Maateis, cuenta con la banda pagada por el narcotraficante
de su hermano....? Ya está bien, empecemos a dar nombres y
apellidos. Porque hay otra cosa: la colusión de espurios
intereses entre la mafia de la droga y el islamismo radical:
de Tánger a Nador, pasando claro por Ceuta y Melilla. Si no
lo saben se lo cuento. Contrastado. Hay datos e informes
sobre ello.
¿Por qué se permite este estado de cosas y no se corta por
lo sano en ambas orillas del Estrecho?; ¿por qué se mira a
otro lado en las cómodas retaguardias narco-mafio-islamistas
de Ceuta y Melilla....? Pregúntenselo. Volviendo a ese
agresivo animal con ropa del duque de Mollina y emir de
Kandahar, careto oficioso de la citada secta y con mando en
plaza.... no es la primera vez: ya escribí, recuerden, como
en su momento este dulce querubín del Tabligh ceutí rompió a
patadas la puerta del despacho de la Autoridad Portuaria,
José Torrado. Pepe amigo, ¿quién pagó los desperfectos, no
me digas que los contribuyentes..?. Y oye, Torrado Pepe,
¿por qué coño no lo denunciaste como procede....? Otro
amenazado, a punto estuvo Maateis de romperle la cara, fue
un diputado musulmán en la Asamblea, sidi Alí Lemague. ¿O
acaso no es verdad Alí....?; ¿por qué no le demandaste,
¡tenías testigos y eres abogado!.
Otra cosa Lemague: ¿tuvo eso algo que ver con que aflojaras
la presión sobre las numerosas anomalías e irregularidades,
un auténtico escándalo, que ocurren en el cementerio
musulmán al lado de la mezquita de Sidi Embarek, bastión de
la espesa, inquietante y peligrosa secta del Tabligh...?
Contesta, hombre, que la verdad no muerde, ¡libera!. Ayer
prometí que iba a empezar a “disparar”, a ráfagas cortas
(disciplina de fuego) y desde la cadera, contra esta
peligrosa secta del Tabligh y en particular sus dirigentes
(a nivel de base hay buena gente, seguro). Y menos
“risitas”, Abselimo, otro cobarde violento, no me olvido de
ti. Yo te llamo ante Allah, ante Dios, mentiroso. Mentiste
en el Juzgado y luego te reíste con tu banda después de
haberme amenazado de muerte, ¡sabes que hay testigos y sabes
que es verdad, cobarde!. Te emplazo a que pongas la mano
sobre el libro sagrado, El Corán y te atrevas a mantener tus
mentiras. Ni olvido ni perdón. Léete un poco a Espronceda:
“¿Condenado estoy a muerte?. Yo me río, ¡no me abandone la
suerte!. Y al mismo que me condena colgaré de alguna antena,
¡quizás en su propio navío!”. Sobráis en Ceuta y en Melilla,
¡sobráis en todo el Magreb...!. Sois una aberración, una
excrecencia enferma y maloliente de la noble religión del
Islam. Tenéis los días contados y en Ceuta, siempre Ciudad
Querida, solo podréis seguir pasando por encima de mi
cadáver. A la mierda con vosotros, iros por el agujero de la
historia.
El festival sigue y la muchachada grita, bate palmas. Sí,
tiene razón el Primer ministro Abdelilah Benkirán: a los
imazighen, a los bereberes, les gusta reír y bailar. Lo cual
es muy sano, mejor que otras cosas ¿no amigo Benki...?. Yo
bailo y disfruto con ellos, con mis bereberes de Alhucemas,
con los imazighen del Rif. Visto.
|