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El proyecto urbanístico en Loma
Colmenar se ha quedado a medio camino. Hubo un despliegue
importante sobre construcción de viviendas y equipamientos
de todo tipo, pero la crisis económica ha hecho que, por el
momento, esos proyectos surgidos de concursos de ideas,
tengan que esperar a mejor ocasión. Se esfumaron esas ideas
porque no se pueden traducir a la realidad tangible por
falta de presupuesto, pero el papel que lo soporta todo, nos
hace recordar lo que había proyectado y en qué se ha
quedado.
La ministra de Fomento Ana Pastor, descartó que dentro de
las prioridades se vayan a realizar alguna de las cuatro
promociones de viviendas proyectadas para la zona, tras las
317 ya construidas. De los más de 46.000 metros cuadrados de
suelo urbanizable, no habrá de momento ni colegios, ni
instalaciones deportivas, ni dotaciones comerciales, ni
muchos de los proyectos que se habían previsto. La crisis
económica ha borrado de un plumazo toda una serie de
dotaciones que han convertido esta zona que se presagiaba
como espléndida en un solar baldío en su mayor parte, aunque
eso sí, dotado con todas las infraestructuras necesarias
para cuando la ocasión sea más propicia.
La verdad es que en muchas ocasiones se ha hablado del
mantenimiento de los servicios básicos y, en este caso, la
vivienda lo es y de forma prioritaria, por lo que no
deberían valer excusas que impidieran, al menos, construir
casas de VPO. Además, siempre se ha dicho que, a nivel
porcentual, el capítulo de necesidades de Ceuta es pura
anécdota en su cuantía para los Presupuestos Generales del
Estado. Por esta misma razón, resulta incomprensible que
ahora se vea truncado un Plan por falta de presupuesto y
esas 839 viviendas de VPO no sean realizables, según lo
proyectado en su día. La política trae estos contratiempos.
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OPINIÓN / EDITORIAL
