La familia militar de Ceuta despidió ayer al comandante
general, Ramón Martín-Ambrosio Merino, a través de una cena
celebrada en los jardines de la hípica y donde asistieron
autoridades civiles y militares de la ciudad. El acto dio
comienzo pasadas las 21.00 horas, y se prolongó hasta bien
entrada la noche, disfrutando de una agradable velada
cargada de sentimientos.
Los jardines de la hípica fue el marco escogido por la
familia militar para despedir al comandante general, Ramón
Martín-Ambrosio Merino, quien después de dos años al mando
de la plaza ceutí y más de cuarenta sirviendo a la Patria,
pasa ahora a la reserva como director de asistencia al
personal del Ejército de Tierra.
El acto dio comienzo pasadas las 21.00 horas y contó con la
presencia de numerosas autoridades civiles y militares,
quienes no quisieron perderse esta ocasión de estar junto al
comandante general de Ceuta y su esposa para mostrarle su
afecto durante este acto de despedida.
Durante la cena fue el general segundo jefe de la
Comandancia General de Ceuta, Julio Herrero Isla, quien tomó
la palabra para ofrecer un sentido discurso de despedida y
en el que aprovechó la ocasión para ensalzar la figura del
comandante general, no solo en su faceta militar, sino
también en el aspecto personal y humano.
Herrero Isla mostró su sincero reconocimiento a la labor
desarrollada por el comandante general durante estos dos
años así como el cariño y la amistad de todos y cada uno de
los presentes en la cena. “A través del ejemplo personal,
has sabido motivarnos, y con tu sólida voluntad y tenacidad
has logrado estimularnos para mejorar el nivel de
preparación de nuestras unidades”, resaltaba el segundo jefe
de la COMGE
Como ejemplo del gran trabajo realizado por el comandante
general, Herrero Isla resaltó los seis meses de preparación
de la brigada Líbano XVI, reconociendo que su ayuda y
experiencia fueron fundamental para lograr el éxito de la
misión.
De entre todas las cualidades que destacó en su discurso
Herrero Isla, fue la “humildad” la que para el segundo jefe
de la COMGE motivó que fuera nombrado comandante general de
Ceuta y la que le ha permitido “cerrar de la forma más
brillante posible, tu vida profesional en servicio activo,
después de más de 40 años desde que ingresaste en el
Ejército”.
“Dejas una Comandancia General cohesionada, con una
motivación extraordinaria, y con un espíritu militar y
competencia profesional de todos los hombres y mujeres que
la componen, muy altos”, aseguraba Herrero Isla, quien
agradecía al comandante general en nombre de todos los que
militares de la plaza que “ha sido un honor y una enorme
satisfacción estar a tus órdenes”.
Igualmente, el general segundo jefe deseó los mayores éxitos
al frente de la dirección de asistencia al personal del
Ejército de Tierra y se convirtió en el transmisor de todos
los sentimientos de afecto y admiración que ayer afloraron
en el salón de los jardines de la Hípica.
Para cerrar su alocución, Herrero Isla resaltó que con la
“humanidad, sencillez y ejemplaridad” mostrada, el
comandante general de Ceuta “ha sabido ganarse el cariño y
el respeto de todos nosostros”.
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