El 8 de marzo del año pasado denunciamos la recién aprobada
Reforma Laboral del PP, y usábamos el tiempo futuro en
nuestro Manifiesto para anunciar el recorte en derechos que
supondría para las mujeres. Este año 2013 constatamos
enormes retrocesos. La derecha intenta instalar la idea de
que la crisis económica es responsable de todo, que no es el
Gobierno del PP el causante de los recortes sino la herencia
recibida. Pero, no nos dejemos engañar: no es crisis todo lo
que reluce.
La igualdad ha ido avanzando en España durante los años de
Democracia. Este avance se ha traducido en una vida mejor
para las mujeres de este país, así como en más derechos para
ellas y para el conjunto de la sociedad.
Esto fue posible gracias a la labor de los Gobiernos
Socialistas, pero sobre todo gracias a la propia sociedad
que se modernizó -gracias a las organizaciones, a las
feministas, a la izquierda política y, sobre todo, a las
mujeres-. De esta forma, las mujeres fuimos ocupando
espacios en el empleo, en la política, y en la sociedad,
mientras nos acercábamos, en todos los indicadores de
participación y calidad de vida, a los hombres, rompiendo
con ello progresivamente la desigualdad. Sin embargo, la
igualdad no era del todo efectiva, todavía existían y aún
existen desequilibrios. Necesitábamos tiempo para seguir
avanzando, pero sobre todo para consolidar lo conseguido. Un
tiempo fundamental como hemos comprobado en estos últimos
catorce meses. Porque este último año, en el que el Partido
Popular ha asumido el Gobierno, asistimos a unos de los
mayores despropósitos de la historia de la igualdad de
oportunidades entre hombres y mujeres.
El empleo, la premisa que permite la autonomía de las
personas, es nuestra principal preocupación. Sin embargo, y
como ha pasado siempre, la tasa de paro femenino es superior
a la tasa de paro masculino. Ahora bien, en el inicio de la
crisis creció el desempleo masculino - como efecto de la
destrucción de empleo en algunos sectores de actividad -,
sin embargo, en el momento actual, el desempleo femenino
crece espectacularmente como efecto directo de las políticas
que el Gobierno del PP está aplicando, tal y como
comprobamos en los últimos datos de la EPA. Esta destrucción
de empleo es el resultado directo de la Reforma Laboral, una
regulación que además hace imposible el derecho a la
conciliación de la vida familiar y laboral. Y también es el
resultado del desmantelamiento progresivo del Estado del
Bienestar y los servicios de atención a las personas. La
Reforma Laboral del PP expulsa a los sectores más
vulnerables del empleo, y ahí están las mujeres. Además deja
sin derechos a las mujeres trabajadoras, a todas en general
y específicamente a las que tienen trabajo a tiempo parcial,
trabajo temporal, o a aquellas que tienen responsabilidades
familiares.
El desmantelamiento del Estado del Bienestar y la política
de austeridad del gobierno eliminan servicios públicos
esenciales, donde trabajan muchas mujeres, tanto en la
Administración Pública como en las empresas prestadoras.
Así, es la reducción de los derechos relacionados con la
educación, con la salud, con la atención a la dependencia,
con los programas y actuaciones dirigidos a mejorar la
calidad de vida, lo que hace que las mujeres se queden en
desempleo y además que tengan más dificultades para la
conciliación.
Esta lista de recortes en derechos de las mujeres se amplía
con el anuncio del Gobierno de cambiar la Ley de Salud
Sexual y Reproductiva y de la Interrupción Voluntaria del
Embarazo, con un objetivo, eliminar el derecho a decidir de
las mujeres. El camino está marcado con el nombramiento de
un nuevo Comité de Bioética de claro sesgo ultraconservador,
en el que la mayoría de sus miembros se ha declarado
abiertamente en contra de la decisión de las mujeres.
Y aún más, la ley de tasas judiciales provoca una
desigualdad en el acceso a la justicia, que dejará a muchas
mujeres sin la posibilidad de acudir a ella incluso en
aquellas ocasiones que pretendan escapar de una situación de
violencia de género. A todo esto debemos sumar la reducción
de presupuestos y servicios dirigidos a combatir la
violencia contra las mujeres, tanto en el Gobierno del
Estado como en Comunidades Autónomas gobernadas por el PP.
Estas acciones, y estos recortes, están cargados de
ideología. Cuando se publicaron en el BOE no estaban solos,
estaban acompañados de múltiples mensajes que venían también
de las mismas filas conservadoras; mensajes que relacionan
la autenticidad de ser mujer con la maternidad, la defensa
de la educación segregada de niños y niñas, la eliminación
de la educación para la ciudadanía. Mensajes que pretenden
situar a las mujeres de nuevo en las tareas de cuidado, la
crianza y la dependencia.
Todo lo ocurrido en el último año nos lleva a un mismo
lugar, bastante familiar, nuestros propios hogares. Porque,
en definitiva, es lo que está promoviendo la derecha del PP:
la vuelta al hogar de las mujeres.
Desde el Partido Socialista de Ceuta sin embargo seguimos
trabajando por la igualdad y la emancipación de las mujeres.
Porque creemos que la igualdad entre mujeres y hombres es un
pilar de nuestra democracia, y porque estamos
comprometidos/as con un modelo social que garantiza la
justicia y la equidad. Sin duda, el cambio que necesitamos
para salir de esta crisis, que es económica, pero también
política y social, pasa por contar con todos y con todas,
hombres y mujeres, sin desperdiciar capacidades. Sólo de
esta manera podremos salir reforzados/as de esta terrible
crisis en la que nos hallamos inmersos/as. Lo haremos si
hacemos que la igualdad sea el centro del cambio.
Antes esta grave situación, el 8 de marzo reclamamos
- La derogación de la Reforma Laboral.
- El desarrollo de un Plan de Empleo para las mujeres, que
incluya políticas activas específicas, la promoción del
autoempleo y el desarrollo de un Plan de Igualdad de las
mujeres en el empleo, dirigido a promover la igualdad y a
eliminar la desigualdad salarial.
- El mantenimiento de los derechos recogidos en la Ley de
Promoción de la Autonomía Personal y Atención a las Personas
en Situación de Dependencia.
- La promoción de políticas que permitan la
corresponsabilidad en la vida laboral y familiar de hombres
y mujeres, y el cumplimiento de la Ley para la Igualdad
efectiva de Mujeres y Hombres.
- El mantenimiento de la Ley actual de Salud Sexual y
Reproductiva e Interrupción Voluntaria del Embarazo.
- El impulso de políticas y servicios de prevención de la
violencia de género y apoyo a las mujeres que la sufren.
- La derogación de la Ley de tasas judiciales.
|