Ana Pastor es muy afín a
Mariano Rajoy. Es quizá la persona de la que más se fía
el presidente del Gobierno. Y ella, además, ha sabido
hacerse un sitio destacado en la política activa. De Ana
Pastor pocas veces se oye despotricar contra ella.
La ministra de Fomento ha sabido ganarse la simpatía de los
ciudadanos. De hecho, cada vez que ha arribado a Ceuta ha
dado pruebas evidentes de ser el miembro del Gobierno más
prestigiado. En su última visita, ha vuelto a demostrar que
se siente muy bien en esta ciudad. Y que le gusta pasearla y
recrearse en los muchos sitios que la fuerza de la
Naturaleza ha hecho posible que los mortales admiremos tan
destacadas singularidades.
Seguí el recorrido de la ministra de Fomento por medio de
las Televisiones locales. Y pronto caí en la cuenta de que
Francisco Antonio González no había participado en
ella. Y por tanto deduje que el Delegado del Gobierno estaba
todavía convaleciente de su operación.
Pero al día siguiente, leyendo este periódico y escuchando
atentamente lo que decían las emisoras de radio, quedé
enterado de que el Delegado del Gobierno estaba ya
laborando. Es decir, que acudió puntualmente a su despacho
para verse con la ministra de Fomento. Lo cual me
proporcionó alegría.
Alegría indiscutible, al saber que Pacoantonio estaba de
vuelta en la ciudad y además cumpliendo con sus
obligaciones. Prueba de que su proceso de recuperación era
manifiesto. Y sentí la indescriptible satisfacción de quien
se preocupa por la salud ajena. En este caso, de alguien a
quien conozco desde hace la tira de años.
Eso sí, no tuve el menor inconveniente en preguntarme: ¿cómo
es posible que a las Televisiones locales se le haya
olvidado mostrarnos la buena faz de un Delegado del Gobierno
que ha regresado a su ciudad saboreando las mieles de una
operación que ha sido todo un éxito? ¿Cómo es posible que
las cámaras no hayan creído conveniente recrearse en la
figura de un cargo tan importante y del que los ciudadanos
esperaban con ansia conocer todo cuanto concierne a su
salud? Y la pregunta aún no me la he respondido. Y, claro
está, sigo dándole vueltas al asunto. Y hasta he llegado a
plagiar a José Mourinho: ¿Por qué, por qué, por qué…?
Y ante las dudas he recabado opiniones de quienes me merecen
confianza. Y he llegado a la siguiente conclusión: alguien
no le tiene la menor simpatía al Delegado del Gobierno
actual. Y ese alguien trata por todos los medios de
ningunear al Delegado del Gobierno. ¿Por qué, por qué, por
qué? He aquí las preguntas que me hago yo y quienes no
aprueban el comportamiento de las Televisiones locales. Que
son muchos. Oído al parche.
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