La batalla para promover la igualdad entre mujeres y hombres
ha sido diferente en cada país, según sus perfiles
históricos, culturales y sociológicos.
En España:
En 1908 se solicitó el voto administrativo para las mujeres
emancipadas, mayores de edad y cabezas de familia, pero, fue
rechazado de forma mayoritaria.
En 1924, el 12 de abril y bajo la dictadura de Primo de
Rivera se concede “el voto a las mujeres solteras o viudas
mayores de edad” se excluyen para proteger la unidad
familiar, a las casadas “ya que podrían ejercerlo contra sus
maridos”
En 1931 con la llegada de la Segunda República se propone,
durante la redacción del texto constitucional, el definitivo
reconocimiento al voto de todas las mujeres mayores de edad.
Pero hasta llegar a este reconocimiento y desde una
perspectiva histórica, nos preguntamos: ¿Se habría
conseguido la aprobación del voto femenino sin la
movilización constante de muchas mujeres, al frente de las
cuales se encontraba siempre una de las más ilustres y
desconocidas de la historia contemporánea de nuestro país,
CLARA CAMPOAMOR?
¿Quién era Clara Campoamor? Hija de un periodista y una
costurera, tuvo que dejar los estudios al morir su padre
para cooperar en la economía familiar como costurera,
trabajo en una tienda de modas e hizo oposiciones al cuerpo
de telégrafos, trabajo como secretaría en el periódico “La
Tribuna” y en el Ateneo conoció los postulados femeninos y
se sintió representada en ellos.
En 1921, con 33 años, reemprende los estudios y termina el
bachillerato y cursa estudios de derecho en tres años, todo
esto sin abandonar su trabajo, a finales de 1024 ingresa en
el colegio de abogados y abre despacho en la Plaza de la
Lealtad en Madrid.
En 1929 comienza a participar en política y en 1931 es
elegida diputada en las Cortes Constituyentes, dentro de la
Coalición Republicana-Socialista.
Dentro de la comisión que redacta el anteproyecto de la
Constitución se integra como ponente y es nombrada
Vicepresidenta de la Comisión de Trabajo y Previsión.
El 1 de septiembre de 1931 se trata por primera vez el
artículo 34 y Clara defiende la imposibilidad de compaginar
democracia con la exclusión de la mitad de la ciudadanía del
ejercicio del derecho al voto.
Los días 30 de septiembre y 1 de octubre se presentan dos
enmiendas, una resulta insultante ya que proponía: “conceder
el voto a la mujer a partir de los 45 años” la otra:
“posponer la cuestión del voto femenino a una futura ley
electoral, ya que si se incluía en la Constitución la
Republica quedaría indefensa ante el carácter reaccionario
de la mujer”
Clara Campoamor respondió: “La igualdad de la mujer,
principio esencial de la democracia, no puedo depender de la
conveniencia del momento o de los señores diputados” La
enmienda fue rechazada por 153 votos contra 93.
Victoria Kent, diputada Radical-Socialista, manifestó sus
sentimientos por tener que oponerse a lo que constituía una
de sus principales convicciones, pero que la mujer española
no estaba preparada para asumir esta responsabilidad, ya
que, la proporción de mujeres con estudios superiores o
mujeres obreras era ínfima comparadas con las mujeres que no
habían asumido una conciencia progresiva y republicana.
Clara Campoamor frente a los argumentos sobre las
deficiencias de las mujeres, planteó la deficiencias de los
hombres; frente a los que argüían la inoportunidad del
momento, presento la injusticia de discriminar a la mitad de
la población, pero sobre todo, resalto la incoherencia de
reprochar la falta de formación a las mujeres, cuando se les
negaba reiteradamente el acceso a responsabilidades y
termino con la frase: “La única manera de madurar en el
ejercicio de la libertad es caminando por ella”
La votación fue nominal y el resultado 161 votos a favor y
121 en contra.
El 1 de octubre de 1931 las mujeres españolas conseguimos el
derecho al voto, ochenta y un años después queremos rendir
homenaje a las mujeres y hombres que lucharon por
conseguirlo, pero, de una forma muy especial este homenaje
va destinado a Clara Campoamor por todo lo que consiguió
aquel día en favor de la mujer española, y con la fuerza que
nos inculco seguiremos luchando hasta conseguir la igualdad,
completa, entre mujeres y hombres.
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