La cumbre social de Ceuta ha convocado para este domingo día
10 una manifestación en defensa de los derechos sociales y
en contra del paro, los recortes, la corrupción y contra
esta forma de hacer política tan profundamente dañina e
indiscriminada hacia la clase trabajadora, o lo que es lo
mismo, hacia la mayoría social de la ciudad, del país y del
mundo. La manifestación se producirá en todas las capitales
de provincia y no estaría mal que, por una vez, la población
ceutí demostrase un mínimo de solidaridad y conciencia
social, más aún, teniendo en cuenta nuestros vergonzosos
índices de paro, pobreza, discriminación y exclusión social.
Que esta ciudad jamás se mueva y sonría servilmente ante los
ataques inhumanos de esta derecha rancia e incivilizada
clama al cielo.
Aquellos que jamás se movilizan por nada ni por nadie
encontrarán cualquier motivo para no asistir a la
concentración. Uno de ellos podrá ser la implicación de
muchos oportunistas del PSOE. Yo comparto esa indignación
hacia un partido político que ha demotrado con creces su
falta de sensibilidad social y no me hace ninguna gracia
verlos en las movilizaciones protestando por un recorte de
derechos del que son tan culpables como los actuales
gobernantes. Lo que les ocurrió a Beatriz Talegón y al ex
ministro López Aguilar en la manifestación de la PAH de hace
unas semanas es lo más normal del mundo. Dicho esto, creo
que la desvergonzada presencia de dirigentes socialistas y
de defensores de la gestión del anterior Ejecutivo no
debería ocasionar que aquellos que realmente creen en una
sociedad mejor y más justa se queden en sus casas. Sería,
sin duda, contraproducente y beneficioso para el poder.
El domingo hay que salir a la calle. Y el lunes, y el
martes, y el miércoles...no hay que escatimar en actos de
unidad de las clases populares, en ejercicios de lucha que
intenten plantar cara a un sistema que asesina recortando en
Sanidad y echando a gente de sus casas mientras que las
grandes empresas disfrutan de beneficios fiscales y los
bancos son rescatados con dinero de trabajadores que tienen
que sufrir en sus carnes las inclemencias de una reforma
laboral hecha al gusto de la patronal. Hay que salir a la
calle porque este Gobierno está llevando a cabo unas
políticas económicas que, aparte de antisociales, son
inútiles. No lo digo yo, sino bastantes expertos en
economía, expertos que no mencionan los palmeros del
Gobierno cuando afirman que nos encontramos en la senda
correcta. No mencionan que el ministro De Guindos fue
considerado el peor ministro de Economía de la UE por el
“Financial Times”, por ejemplo, o que España fue puesta como
ejemplo de lo que no había que hacer en las últimas
elecciones norteamericanas. Ni las voces mundiales del
capitalismo comparten las medidas brutales del Gobierno de
Rajoy, pues saben que es un Gobierno sin iniciativa ni
personalidad que se dedica única y exclusivamente a cumplir
las órdenes dadas por el BCE, sin pararse un momento a
pensar en el bienestar de sus ciudadanos.
Hay que salir a la calle porque la mejor imagen que puede
dar un país, lo mejor para la cansina “Marca España”, es
mostrar que sale a defenderse y a protestar cuando le roban
sus derechos en beneficio de poderes económicos a los que
nadie ha votado. Porque ese títere que tenemos por
Presidente quiere que nos callemos mientras nos vende al
mejor postor y si no nos rebelamos y asumimos, por el
contrario, la postura de obedientes lameculos que tan bien
le ha venido siempre al Partido Popular les estaremos dando
legitimidad para hacer con nosotros los que quieran.
Debemos salir a la calle porque aquí los únicos que han
vivido por encima de sus posibilidades son aquellos que no
pagan los platos rotos de la crisis que han creado, aquellos
para los que gobiernan estos fieles herederos del franquismo
más clasista. Porque si las manifestaciones no sirvieran
para nada no se empeñarían en criminalizarlas.
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