“Esto es Palestina (volvemos a los viejos tiempos”.
“Palestina en Ceuta”. “Libertad”. Estas son algunas de las
pintadas que pueden leerse en las fachadas de las casas
construidas en la cima del terraplén cercano a las
Caracolas, en la barriada del Príncipe. Justo desde este
lugar, algunos chavales se juntan y se divierten tirando
piedras a los bomberos que acuden a extinguir el fuego en un
contenedor que hay debajo de ese terraplén y que ellos
mismos han incendiado previamente.
Parece ser, explican desde el Servicio de Extinción de
Incendios y Salvamento (SEIS), que es este el
entretenimiento por el que ahora, “después de un tiempo en
el que habían estado más tranquilos”, han vuelto a optar
algunos jóvenes del Príncipe. Una situación que mantiene muy
preocupados a los bomberos.
El viernes y el sábado sufrieron varios ataques en ese mismo
sitio, donde les tendieron una emboscada. El terreno forma
una especie de semicírculo con dos salidas, una hacia la
mezquita, en el interior del Príncipe, y la otra hacia Loma
Colmenar, la carretera que va en dirección al Hospital
Universitario. En los últimos servicios, los bomberos se
vieron obligados a, una vez comprobado que el fuego no
entrañaba peligro, a abandonar el lugar antes de terminar de
extinguir el incendio.
Las consecuencias fueron varios daños en los vehículos, que
se suman a otros sufridos en ocasiones precedentes por las
mismas razones. Cristales, rotos y abolladuras en la chapa
de diferentes tamaños.
Los bomberos temen que la situación empeore y las piedras
les alcancen a ellos. Explican que más que las piedras, el
peligro lo entrañan las losetas y azulejos que les lanzan
“desde bastante altura y planeando”.
|