LUNES 25.
Isabel Durán, periodista que tiene la habilidad de
sacar de sus casillas a quienes opinan de modo diferente a
ella, con risa afectada, maligna e irónica, a fin de
ridiculizar los pareceres de los demás, dijo el otro día que
la figura de Corina zu Sayn Wittgenstein, que
aparecía en el Diario El Mundo, ilustrando una entrevista,
era fantástica. Y se le veía a la legua que lo que trataba
de decirnos es que el buen gusto del Rey era evidente.
Corina zu, esa figura deliciosa que encandiló a Isabel
Durán, ha dicho que su amistad con el Monarca español es
entrañable. Mucho se ha fantaseado a propósito de los
supuestos amores de don Juan Carlos I con la misteriosa
princesa alemana. Amores a los que ha dado carta de verdad
la rubia peligrosa, aclarando que sus relaciones con el Jefe
del Estado español son íntimas y profundas. Que es toda una
declaración de intenciones. Dejar claro el asunto. Y, por si
alguien sale apelando al concepto de amistad, les diré lo
que pensaba Oscar Wilde al respecto: entre un hombre
y una mujer hay amor, odio, pasión, pero no amistad. Y
podría hacer un tratado de lo que digo.
Martes. 26
Participo en las tertulias habituales de los martes, a esa
hora vaga de mediodía. Donde se habla, y no es para menos,
del partido Barcelona-Madrid, perteneciente a la Copa del
Rey. Se me pide mi opinión. Y la proclamo a voz en cuello:
mi equipo, es decir, el Madrid, puede marcar dos goles en el
Camp Nou. A Ramón Ruiz, madridista de altos vuelos,
se le alegran las pajarillas oyendo mi vaticinio. Es más, le
doy mi teléfono para que si ello ocurre me llame en cuanto
termine el partido. Terminó el partido, y, aunque el equipo
entrenado por José Mourinho ganó por tres goles, no
recibí el esperado telefonazo de mi estimado RR. Me imagino
que la alegría le pudo y por ello se le fue el santo al
cielo. De cualquier manera, el próximo sábado nos veremos y
brindaremos por la brillante victoria del equipo de nuestros
amores. En cuanto a nuestra conversación sobre qué hacer el
próximo sábado, hoy para ustedes, en el Bernabeú, en
relación con reservar jugadores frente al conjunto
azulgrana, debido a lo que nos jugamos el martes contra el
Manchester, creo que sería una medida acertada. Aunque
reconozco que hay que tener mucho tiento estando el orgullo
y el prestigio en la liza.
Miércoles. 27
Enrique Tierno Galván -a quien Raúl del Pozo
tachó de víbora con cataratas -¡menuda faena debió hacerle
al escritor y periodista conquense!- fue quien dijo que las
promesas electorales se hacen para no cumplirlas. Y cuando
lo recuerdo entre conocidos, se me dice que el mejor alumno
del ‘viejo profesor’ ha sido Mariano Rajoy. Quien ha
cumplido al pie de la letra con la máxima de quien fue
alcalde de Madrid. Y en vista de que todavía tengo una
memoria excelente, recito de carrerilla una opinión –que no
es mía- que le viene a lo comentado cual anillo al dedo. “No
parece inteligente ni científico, centrar el estudio de la
conducta de los cérvidos en los días de la brama, cuando
timbales del instinto redoblan su ansia reproductiva”. Yo lo
observo en mi perro, tan comedido y obediente, y sin embargo
cuando le puede el celo pierde la cabeza y es de una
desobediencia que me pone de los nervios. A lo que iba:
“Tampoco y por la misma razón, es sabio el análisis del
comportamiento de los líderes políticos cuando alcanzan el
celo electoral”. El celo electoral de Rajoy fue tal que, de
haberle sido necesario, nos habría dicho que estaba
dispuesto incluso a pelear por Cuba. Sobre todo teniendo a
jóvenes tan preparados para esa función como Ángel
Carromero.
Jueves. 28
Me llaman para decirme que Yolanda Bel, tras leer lo
que he escrito de ella, ha torcido el gesto y ha bisbiseado
palabras impronunciables contra mí. Ella que estuvo a punto
de profesar como ursulina. Mi respuesta, a quien me puso al
tanto del hecho con prontitud, fue que no me podía creer que
una mujer de la talla de YB sea capaz de comportarse así.
Cuando siempre ha tenido a bien, desde que llegó a la sede
del PP, luciendo calcetines blancos, ser educada hasta el
punto de que jamás ha sido capaz de echar mano de los
dicterios. Lo más que se le ha oído decir, estando enfadada,
son dos interjecciones muy suyas: ¡cáspita! y ¡jolín! Aun
así, mi confidente sigue insistiendo en que la consejera de
Presidencia, Gobernación y Empleo ha cambiado mucho, debido
a que está hasta el moño de tener que comerse los marrones
que le pone nuestro alcalde por delante. Y, claro, la
muchacha, al paso que va y cambiando lo que haya que
cambiar, terminará siendo un trasunto de María Dolores de
Cospedal. Si no lo es ya. Lo cual no es saludable para
ella. Para Yolanda Bel, queremos decir.
Viernes. 1
Guillermo Martínez Arcas nos demuestra a cada paso que igual
que admiraba a Antonio Sampietro Casarramona,
presidente del Gobierno ceutí, bajo las siglas del GIL, y se
refería a este partido como el que iba a convertir a Ceuta
en un paraíso terrenal, ahora nos sale diciendo que
“respalda sin rubor y de forma categórica todas y cada una
de las medidas del Gobierno presidido por Mariano Rajoy”.
Categórica es palabra que no se le cae de la boca a Juan
Vivas. No me extraña, pues, que al consejero de
Hacienda, Economía y Recursos Humanos le haya dado por
airear a los cuatro vientos que él está dispuesto a servir a
su partido sin condiciones. De manera absoluta. Que él esta
para ser mandado. Es decir, si mañana, por ejemplo, le
propusieran cometer cualquier desatino, GM no dudaría en
responder: señor, sí, señor… A mandar, que para eso estamos
quienes te debemos obediencia. Con personas así, tan sumisas
al poder de quien les permite medrar, uno debe hacer lo que
solían los romanos cuando veían venir a Cayo Valerio Catulo,
poeta famoso, ponerse de espaldas a la pared. Por si acaso.
Sábado. 2
Hasta hace nada, el fútbol del Barcelona era una fiesta. Su
juego era eso, puro juego; un ejercicio de destreza. Así que
sus jugadores plasmaban en el césped lo que todos conocemos
por rondo. Asociados todos sus hombres, apenas si tenían que
“sudar la camiseta”. A ese fútbol de toque, conocido por el
tiqui-taca, le ponía la guinda en los metros finales un
futbolista con trazas de haber jugado toda la vida en un
potrero. Messi con sus intervenciones, repletas de
regates y velocidad, desmarques, habilidad y disparos,
fulminaba a todos los rivales. Mientras tanto, el Madrid
jugaba al contraataque. El equipo azulgrana encandilaba al
mundo futbolístico y el conjunto blanco ganaba pero quedando
siempre en entredicho su entrenador. Sobre todo desde el día
en el cual encajó cinco goles en el Camp Nou. Pero José
Mourinho no desfalleció. Y le ha llegado el premio: ha
podido demostrar varias veces que el fútbol del Barcelona,
bien contrarrestado, acaba por ser pueril, enjuto, y que sus
pases en corto y su juego horizontal, pueden aburrir a los
aficionados neutrales. El Barça depende mucho de Messi y de
su juego de barrio. La segunda victoria del equipo merengue,
durante la semana, ha sido un torpedo en la línea de
flotación de los catalanes. Mourinho, a pesar de que se le
está tratando sañudamente, por parte de los medios, mantiene
intacto su prestigio. A mí, particularmente, la potencia
–fuerza más velocidad- puesta al servicio del contragolpe me
sigue pareciendo una hermosa forma de jugar. Y qué decir,
además, si los que practican ese fútbol no son unos
tuercebotas. El Madrid llegará ilusionado a Old Trafford. El
Barcelona debe restañar la sangre de la derrota para
imponerse al Milán.
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