Un cableado, que se encuentra en la pared del Museo del
Revellín, se encontraba al aire libre ayer por la noche.
La voz de alarma la ha dio un policía que paseaba en ese
momento con su hija por la zona y la niña pasó la mano muy
cerca de los cables. El peligro nace porque tiene una
potencia de 380 voltios, según han afirmado agentes de la
Policía Local, además puede resultar más peligroso a causa
de las lluvias.
Los agentes que se han desplazado al lugar han avisado a la
central y estos se han puesto en contacto con la empresa de
luz y la Ciudad. Según los policías, ambas organizaciones
afirmaban que los responsables de que esa instalación
estuviera tapada eran de los otros.
La solución provisional la han aportado los Bomberos,
quienes han colocado una chapa temporal hasta que se instale
la definitiva, y así los transeúntes no correrán peligro de
electrocutarse.
Un trabajador de la empresa de Alumbrado Público, que ha
acudido a la zona por el aviso de un apagón en una plaza
cercana, ha afirmado que no es competencia de su empresa el
problema del cableado en la pared.
Los policías locales aseguran que ya les constaban cuatro
partes en los que se reflejaba este hecho.
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