Ahora con los cursos de reciclarse
uno en la vida, porque tantas veces estuve al servicio de
todo quien a bien pudiera necesitarme, que ahora te exigen
algunas titulaciones, que ya de por si , la vida me habia
enseñado , tanto por lo que tuve de vivencias y experiencias
que no estaba en los escritos.
-Dicen que los niños de hoy dia, los de primaria, están
gordos, rechonchos, cebados o encebollados, y dice uno, pero
si antes el que estaba gordo, era por su forma y condicion,
y nadie se preocupaba de nada, quizá porque el pan con
aceite, o el pan con una onza de chocolate, no te daba para
ponerte como las troyanas, y si en las luchas cuerpo a
cuerpo, como los comandos en el mar de China, dabas un par
de trompazos, aquello era como salir al mas puro estilo de
John Wayne y Gary Cooper.
Mucho video juego, mucha telefonía móvil, poca comunicación,
y los coches de los padres hasta la puerta de los
polideportivos y las clases, luego critican al Rey y al
Papa, y los niños, no han visto ni cruzarse un palomo o una
golondrina, del coche a la casa, de la casa al colegio, y
del colegio al pabellón.
Por lo que aprendí en la calle, a empujones, peleas,
batallitas que imaginamos, al salir del Cine o el Matinal,
por los callejones desde Velarde, al Recinto, del Patio
Morales, a la Fabrica de la Luz, por la Huerta Pepín, a
saltar por el Cebollino, esquina Villa Campa, y los
transportes, de peores a mejores para ir al colegio , de la
Sagrada Familia a la Carretera Nueva por Juan XXIII.
Por lo que aprendí en un mostrador, más que los ratones
coloraos, por tantos clientes, anecdotas, buenas y malas que
me hicieron saborear el tacto comercial y atención al
públcio, por los viajes desde el de Estudios, a los de
vacaciones, y viajar para trabajar, a los madriles, con el
frío y el calor, y la enfermedad compartirla en los
Hospitales.
El Servicio Militar, los tiempos duros, calentitos y
resacosos del Regimen, con un pase de paisano por ser
voluntario en la Cruz Roja del Mar, al mes de instrucción,
al hambre, al frío, a la comida caliente, y el cuarto baño
de mi casa, a que mi madre me tapara con la manta, y al
compañerismo, cuando no había dinero, que el de la litera de
enfrente , te lo prestara.
Al amor, a la pasión, a los besos robados, a los abrazos
soñados y eternos, por haber vivido tanto y recorrido tan
poco , que te digan a hora, que ya eres viejo, que no estas
actualizado, y que no sirves para nada, y más de uno y de
una, es para decirle, si le pegaste un palo al agua, o con
quien habías empatado..
Hay gente, que bajo la sopa boba , en cunas de oro, y los
padres hablando a Dios rogando y con el mazo dando, para que
sus hijos, sigan las jerarquías, y los regimenes, populares
y solidarios, de ser los que cojan las plazas recomendadas,
y verlos en mesa, sección, negociado, puerta de arrriba,
ventanilla de abajo y seguir la estirpe, que cuando tu
llegas, ... ¡ la cosa está muy mal ! ...
La crispación social, y la tirria que se le ha cogido al de
una ventanilla, ha sido por todo el que como buen hijo de
vecino, hincó... los codos, se lo curró y no como el que
entró a dedo, y no corrió mundo y no se puso en la piel de
la persona que llegaba angustiada, con una carpeta llena de
papeles, y no supo tener esta vista y ese sentido común y no
arrearle, como un robot cuadriculado.. en decirle falta este
papel, falta este sello, “vuelva usted mañana” , cuando tan
sencillo sería, no se preocupe, vaya enfrente, que ya se lo
admite, o yo le hago la fotocopia, o le admito estos
documentos, que de aqui mismo, le solicitamos la
transferencia, etc, etc, etc.
He leido, he memorizado, he estudiado, he vivido, he
compartido, he ayudado, he reido, he llorado, me han
querido, he colaborado, y siempre uno recuerda, que hace más
que quien quiere que, quien puede, y que la vida da muchas
vueltas... y montañas más grandes han caido....
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