Técnicos de la Gerencia de Infraestructuras y Urbanismo (GIUCE)
han redactado un proyecto para la reparación de una calle,
situada en la barriada Faldas del Hacho, afectada por una
grieta longitudinal. La solución consiste en la construcción
de una losa de hormigón que en la parte exterior de la
carretera irá en voladizo para evitar cargas mayores a un
viejo muro de contención. Se trata de una obra menor, por
cuantía inferior a los 50.000 euros y con un plazo de
ejecución de dos meses.
Técnicos de la Gerencia de Infraestructuras y Urbanismo (GIUCE)
han diseñado un proyecto para el arreglo de la calle Alcalá
del Valle-Huerta de la Cruz, situada en la barriada Faldas
del Hacho. Tal como se explica en la memoria del proyecto
-una obra menor de unos 47.000 euros que se prevé comenzar a
ejecutar en breve- la carretera presenta una grieta que ha
hace necesaria la construcción de un tramo de casi 20 metros
de longitud.
La grieta, abierta en sentido longitudinal, se localiza en
un vial contenido por un muro consolidado, antiguo,
ejecutado en mampostería y que apoya, en apariencia, en
terreno natural. La grieta longitudinal apareció en la
cabeza del terreno contenido por el muro y se puede deber,
según señalan los ingenieros, a “diferentes cusas”, entre
las que citan el tráfico, la ejecución de rellenos,
asentamientos del terreno, cambios de humedad o zanjas
recientemente ejecutadas para la instalación del servicios
básicos.
Tras la inspección de la zona afectada, junto a la que hay
un edificio de varias plantas, los técnicos determinaron la
conveniencia de realizar “una actuación a la mayor brevedad
posible, de forma que se garantice la estabilidad del muro y
por lo tanto la seguridad de tránsito en el vial”. Para
ello, determinaron que se debía realizar “un refuerzo
estructural de la zona, de forma que se minimicen las cargas
directas a transmitir sobre el muro de contención”.
La solución consiste en la ejecución de micropilotes por
delante de la cabeza del muro, en una separación aproximada
de un metro y empotrados en roca, al menos en el 50% de su
longitud, en voladizo. A ello se sumará una “viga de atado
en coronación” y, por último, una losa de hormigón, unida
estructuralmente con la viga y con la pendiente adecuada
para dar salida a la escorrentía” natural.
La losa de hormigón armado que se ejecutará en esta
carretera tendrá un espesor de 30 centímetros y una longitud
de 19.57 metros con una anchura variable de entre 3 y 5.4.
En la zona interior, junto a las edificaciones, apoyará
sobre el terreno natural y en el lado del muro irá volada.
El plazo previsto para la ejecución de esta obra es de dos
meses.
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