Los editores de los periódicos han puesto a todos los
trabajadores del sector a los pies de los caballos. Esa es
la única forma de resumir el resultado de la comisión
negociadora del IV Convenio Colectivo Estatal de Prensa
Diaria, que tuvo lugar ayer entre la patronal AEDE y los
sindicatos más representativos, Comisiones Obreras, UGT y la
Federación de Sindicatos de Periodistas (FeSP).
El punto clave del desacuerdo entre la parte social y la
empresarial ha ido más allá del meramente económico. Por una
parte, los miembros de AEDE insisten en rebajar las tablas
salariales básicas en un 10%, después de haberse visto
obligados a retirar una propuesta anterior, de un 20% de
reducción, que era “abiertamente ilegal” porque dejaba
varias categorías salariales por debajo del salario mínimo
interprofesional.
Pero, por otra parte, ese 10% es “engañoso.” La trampa de la
patronal es que no se conforma, en realidad, con ese recorte
inicial, ya que la propuesta de AEDE se resume en que “las
empresas de prensa diaria quieren rebajar a las plantillas,
como mínimo, un 10%, y luego, de empresa en empresa, bajar a
los trabajadores y trabajadoras lo que les venga en gana”.
Desde los sindicatos se les ha dicho con claridad que no se
comprende ese “ensañamiento” con los periódicos donde se
aplica, en la actualidad, este convenio. A menos que, como
empiezan a sospechar las centrales sindicales, la pretensión
de la patronal sea que, “a medio y largo plazo, a todos los
periodistas de España les impongan un convenio cuyas tablas
salariales se quedarían por debajo de 1.000 euros
mensuales”.
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