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La Administración de Justicia vive
unos momentos convulsos. La concentración de ayer en toda
España, las protestas contra las medidas de reformas del
Consejo General del Poder Judicial, las nuevas tasas
judiciales, la reforma “privatizadora” del Registro Civil,
entre otras medidas adoptadas y puestas en marcha hasta la
fecha, junto a la privatización de medios y personal
suficientes para la Justicia, abren una brecha social
importante.
En el caso de Ceuta, tampoco son menos los problemas de la
Justicia aquí, pese a no estar transferida: el colapso en
los Juzgados, la necesaria infraestructura de un nuevo
Palacio de Justicia por las acusadas carencias de los
actuales juzgados, la incertidumbre del personal acerca de
su futuro inmediato y la puesta en marcha de la Oficina
Judicial, son cuestiones que afrontarán con Fernando Román
García, secretario de Estado de Justicia.
El número dos del Ministerio que lidera Alberto Ruiz-Gallardón,
va a encontrar a unos funcionarios reivindicativos con su
problemática y deseosos de esclarecer sus nubarrones de cara
al futuro. Un personal que atribuyen al titular del
Ministerio intolerancia al diálogo. Además, la privatización
de la Justicia como reivindican los funcionarios, supone el
riesgo de pérdidas de puestos de trabajo.
Por todas estas razones, la presencia en Ceuta de Fernando
Román es muy importante y resultará esclarecedora de cara a
lo que pueda decir, no ya sobre el futuro de la
Administración de Justicia en Ceuta, sino también para el
devenir de los empleados de la Administración de Justicia,
tan preocupados por la incertidumbre a la que se ven
abocados por las reformas que se anuncian en este
Ministerio.
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OPINIÓN / EDITORIAL
