El juzgado de 1ª Instancia e Instrucción nº5 de Ceuta
celebró ayer un juicio en el que estaban acusados tres
médicos, y el Ingesa como responsable social subsidiario,
por una supuesta negligencia leve médica con muerte. Los
hechos ocurrieron entre octubre y noviembre de 2005 y el
hijo de la fallecida interpuso la denuncia el el 2 de abril
de 2006. Durante el jucio, que ha durado más de cinco horas,
han comparecido dos de los médicos acusados, otro ha
realizado una declaración por escrito. Asimismo, la hija de
la fallecida ha asistió en calidad de testigo y su hermano
como denunciante.
El juzgado de 1ª Instancia e Instrucción nº5 de Ceuta
celebró ayer un juicio de faltas en el que estaban acusados
tres médicos, y el Ingesa como responsable social
subsidiario, por una supuesta negligencia médica leve con
muerte. Antes de comenzar el juicio, el magistrado quiso
recalcar la presunción de inocencia de cualquier imputado.
Los hechos se remontan al mes de octubre de 2005, cuando una
anciana, J. de 73 años, ingresó el día 5 en el hospital de
Ceuta por un cólico biliar. Tras pasar la noche en
observación, la médica que estaba en el turno de mañana le
ofreció la opción a los familiar de que continuara ingresada
o que fuera al médico de cabecera, aseguró durante el juicio
la hija de la fallecida. Finalmente optaron por ir al médico
de cabecera.
El día siguiente, el 6 de octubre, la mujer vuelve a
encontrase mal, así que regresan a urgencias. En este
segundo ingreso, por la noche, le diagnosticaron una
Colecistitis aguda. Tal y como han declarado los médicos en
el juicio, existen varias opciones ante esta enfermedad. Por
un lado un tratamiento conservador con antibióticos o uno
más agresivo con cirugía. Los doctores que trataron a la
paciente aseguran que optaron por el primero, ya que J.
presentaba obesidad mórbida, avanzada edad y otro tipo de
patologías que provocaban serías complicaciones.
El médico encargado de la paciente el día 9 comprueba que la
colecistitis estaba evolucionando mal y por tanto optan por
operar. Cuando el anestesista ve a la paciente comprueba que
es peligroso operar por una serie de complicaciones que han
surgido y que hasta que no se mejore la salud de la anciana
no se puede anestesiar. “Lo que para la intervención fue el
paro renal”, declaró uno de los doctores en relación a la
negación del anestesista.
Para mejorar su situación le ponen una sonda el día 14 para
alimentarla con más líquidos, pero el día 19 surgen diarreas
con sangre y se interrumpen los antibióticos. Finalmente el
día 20 remiten a la paciente a la UCI y el 21 es operada,
aunque la infección y otras complicaciones provocan que la
enferma no se recupere, y desde el día 20 es dependiente de
las máquinas.
El desenlace llega el día 17 de noviembre de 2005 cuando
fallece la anciana.
Durante el juicio han estado presentes dos de los médicos a
los que se le acusaba de la falta, el tercero ha declarado
por escrito.
El Ministerio Fiscal ha pedido una sentencia absolutoria ya
que considera que J. fue bien diagnosticada en todo momento,
pero que una serie de complicaciones llevaron a la mujer a
la muerte. Por su parte, los abogados de la defensa -uno de
ellos de la entidad aseguradora del Ingesa-también piden la
absolución.
El letrado de la acusación particular solicita en cuanto a
responsabilidad civil, entre otras indemnizaciones, por el
homicidio por negligencia más de 46.000 euros para el primer
hijo y 7.773 euros para el resto de los hijos (tenía un
total de ocho), por lesiones permanentes una indemnización
con un suelo mínimo de 77.639 euros y el máximo de 155.278
euros.
|
La prueba pericial de forenses y perito se realizó de forma
conjunta e intercambiaron puntos de vista
Los forenses y el perito acudieron
al juicio para informar sobre la prueba pericial y los
informes que habían realizado de la asistencia que recibio
la enferma. Aseguran que el día 7 de octubre se solicitó una
radiografía en el que se apreciaban dos piedras, barro
biliar y líquido alrededor de la vesícula. El perito afirmó
que recibió el aporte “suficiente de líquidos”, aunque en
este punto estuvieron todos de acuerdo en que faltan los
datos exactos de la diuresis -control de la orina-. “Recoger
la diuresis sí era un dato importante”, aseguró el forense.
En cuanto al tipo de alimentación del día 14 el perito
afirmó que “no fue una idea brillante, hay otras cosas
mejores”, pero el forense contentó: “Pero mejoró, tampoco
fue tan malo”. También declaró que los antibioticos fueron
los habituales y que si no iban bien se debería hacer un
cultivo, aunque el lugar de la infección de la enferma era
recóndito. “La terapia es la que normalmente se pone, eso
estuvo bien”, aseguró. Al no reducir la infección es cuando
deciden intervenir a la mujer.
|