Una de las modalidades más peligrosas de la inmigración
clandestina, la de quienes tratan de entrar en territorio
español a través de la frontera o salir de Ceuta o Melilla
hacia la península ocultos en vehículos, se mantiene en la
ciudad autónoma en parámetros similares a los de otros años.
En 2012 fueron 10 los inmigrantes localizados y 11 personas
detenidas por delitos contra los derechos de los ciudadanos
extranjeros. Sin embargo, en Melilla, el repunte de casos
este año, cuando en apenas dos meses se han igualado las
cifras de todo 2012, ha obligado a extremar las medidas de
control y utilizar el conocido como “detector de latidos”.
Un total de 11 detenidos por delito contra los derechos de
ciudadanos extranjeros y 10 inmigrantes interceptados. Este
es el balance de la Guardia Civil de Ceuta respecto a las
personas que se localizaron en 2012 cuando trataban de
embarcar a la península o de cruzar la frontera del Tarajal
ocultas en distintos habitáculos de vehículos.
Según los datos proporcionados desde la 2007 Comandancia, de
los 10 inmigrantes localizados, cinco lo fueron en el puerto
y los otros en el paso fronterizo. Por su parte, hubo seis
detenidos por esta causa en el Tarajal y cinco en el control
de embarque de la Estación Marítima. En cuanto a los
vehículos intervenidos, ocho, sumaban un valor de 13.000
euros.
A estas cifras habría que añadir las de inmigrantes que han
sido interceptados antes de que lograran su propósito de
esconderse en vehículos con destino a la península, que
según los registros de la Guardia Civil fueron 550. En este
caso, la mayoría de los que protagonizan los intentos son,
según señalan portavoces de la Benemérita, residentes en el
Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI).
Precisamente para informar de los riesgos inherentes a esta
práctica y disuadir a los inmigrantes de su empleo, en el
centro de acogida se han desarrollado programas de
sensibilización. Un residente perdió la vida en diciembre de
2010 tras el vuelco del camión en el que había ocultado a su
salida de la Planta de Transferencia de residuos del Hacho.
Esta peligrosa modalidad de tráfico de seres humanos
utilizada por las mafias de la inmigración tiene muy
distinto cariz en la ciudad de Melilla, donde han saltado
todas las alarmas tras un repunte de casos y las
características de alguno de ellos. Este mismo fin de
semana, la Guardia Civil de Melila informaba de un caso
especialmente duro, tras rescatar a dos hombres ocultos en
los laterales de una furgoneta, en lo que los propios
agentes describían como “auténticos ataúdes”. Tras abandonar
sus dos ocupantes el vehículo en plena frontera, pues sólo
habían sido apartados por una infracción vial por lo que los
guardias “no tomaron medidas adicionales de seguridad”, los
inmigrantes comenzaron a pedir auxilio. Se trataba de dos
jóvenes de 19 y 20 años, respectivamente, que presentaban
síntomas de asfixia en el momento de ser liberados.
En 2012 en Melilla fueron localizados 29 inmigrantes de
origen subsahariano ocultos en vehículos. Por estos hechos
se detuvo a 27 personas y se intervinieron 26 coches, de
acuerdo con los datos que ofreció a los medios la 2006
Comandancia el pasado mes de diciembre. Por su parte, el
delegado del Gobierno, Abdelmalik El Barkani, explicó en su
balance sobre la inmigración clandestina que de las 2.186
personas que lograron acceder a territorio melillense en
2012, declararon haberlo hecho de esta forma 341, frente a
las 270 de 2011.
La agencia Efe informaba la semana pasada de que en lo que
va de año, el número de inmigrantes localizados ocultos en
dobles fondos y otros huecos de coches y furgonetas casi
iguala en Melilla al de todo 2012. De ahí, que se haya
decidido emplear el detector de latidos que habitualmente se
usa en las dos ciudades sólo para los controles de la
denominada ‘Operación feria’.
Sin embargo, en Ceuta, según se destaca desde la Guardia
Civil, la incidencia de casos es mucho menor y no se ha
visto incrementada de forma significativa respecto a años
anteriores.
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