Con esta carta quiero expresar la situación que viví con mi
familia en el día de ayer 15 de Febrero de 2013, os contaré
como nos han tratado a causa de un accidente que le sucedió
a mi suegro mientras practicaba ciclismo por Marruecos,
exactamente en Tetuán.
Mi suegro paseaba con su bicicleta tranquilamente como hace
muchas veces por estas tierras cuando sucedió el aparatoso
accidente del que apenas recuerda nada ,las autoridades
marroquíes dijeron que fue un taxista pero de lo que apenas
sabemos nada, todos los caballas sabemos lo que le puede
suceder a una persona en un país poco desarrollado como
Marruecos, pero cual fue nuestra sorpresa cuando nos llamó
un funcionario del consulado español en Marruecos llamado
J.M.G junto con otra señora del consulado y nos informó de
primera mano todo lo sucedido en el accidente y la situación
de mi suegro que estaba mal herido con la nariz rota , dos
pómulos rotos y varias brechas en la cara en el hospital
civil de Tetuán. La sorpresa fue mayúscula para nosotros ,mi
suegra asustada me llamo contándome dicho accidente y me
comentó que ella no podía ir sola, cuando yo le respondí que
la acompañaría a recogerlo a Tetuán , allá que nos
embarcamos a la aventura de recoger a mi suegro , nos fuimos
hasta dicho hospital en Tetuán y en cuanto llegamos vimos
que no era un hospital como el nuestro, el de Ceuta que tan
orgullosos estamos ,era un hospital mucho más humilde pero
con grandísimas personas que nos trataron fenomenal y que le
hicieron todas las pruebas pertinentes y que tenían es su
mano para poder ayudar a curar a mi suegro. Desde el
consulado español en Marruecos y desde el propio hospital
civil de Tetuán se nos ofreció una ambulancia medicalizada
para poder trasladar a mi suegro a territorio español y
posterior traslado al hospital universitario cosa que
agradeceremos siempre a todas aquellas personas que en un
país distinto quisieron ayudarnos mostrando unos valores
humanos que aquí en nuestro hospital se echan de menos,
nosotros hablamos con el funcionario del consulado español y
rechazamos esa opción , porque queríamos llegar cuanto antes
a Ceuta, así que nos montamos en mi coche y tomamos rumbo a
Ceuta y en cuanto llegamos a la frontera hablamos con el
jefe de la gendarmería marroquí quien nos agilizó todo el
papeleo de pasaportes y el papel verde del coche. Este señor
se comportó como un verdadero caballero ayudándonos y hasta
quitándonos todos los coches que había por delante dada la
urgencia, así que ya salimos de Marruecos con un gran
satisfacción y siempre agradecidos a todos los que en aquel
día nos ayudaron.
Llegamos a la frontera española y hablamos con la policía
nacional la cual nos trató estupendamente igual que la
guardia civil que también está en la frontera, muchas
gracias a todos. Pero lo peor estaba por llegar, ya que en
este periplo, no todo iba a ir sobre ruedas, pues llegamos
al ansiado hospital universitario de Ceuta y pedimos una
silla de ruedas dada la situación de mi suegro la cual nos
trajeron con una enfermera.
Lo peor fue los siguientes incidentes con una auxiliar
administrativo de nuestro hospital que cuyo apellido no se
nos quiso facilitar; la cual viendo la situación de mi
suegro, nos dijo de forma despectiva y con una urgencia de
este tipo,(con una persona con la nariz rota , dos pómulos
rotos y brechas en distintos sitios), que teníamos que
esperar pasando primero por un filtro, pero bueno… ¿ aquí en
España no nos quedan valores humanos que estamos viendo a
una persona medio moribunda y tenemos que esperar?, ¿qué
tipo de servicio de urgencias tenemos? Todo esto sucedió a
las 16:00 h del día 15 de Febrero de 2013 y respecto a la
pregunta que hago, la respuesta seria la siguiente:
Tendríamos que tener mucha más humanidad con los pacientes
accidentados.
Después de todo esto, se atendió a mi suegro de manera muy
profesional lo cual es de agradecer siempre, pasado todo
esto a las 19:00 h, mi mujer embarazada de 9 meses le pidió
a esta misma auxiliar administrativo un certificado de
ingreso de su padre para poder presentarlo en la empresa en
la que trabaja y es cuando esta señora empezó a increpar a
mi mujer, mi madre y a mi suegra hasta que la citada
auxiliar las insultó y nosotros como personas de bien,
hicimos la correspondiente reclamación en el hospital
Universitario respecto al trato recibido por esta señora,
que por cierto varias personas que esperaban nos dijeron que
también habían recibido el mismo trato vejatorio.
Por eso queremos ponerlo en conocimiento público el trato
que por esta señora recibimos, no por todo el hospital
entero, ni mucho menos, porque los demás trabajadores fueron
muy buenos con nosotros. Con todo esto, solo queremos
resaltar algunas carencias que tenemos en España al ser un
país desarrollado y que no faltan en un país menos
desarrollado como Marruecos y es el trato al paciente de
verdaderas urgencias, ya que para ejercer en dicha profesión
se debe tener auténtica vocación.
* Ciudadano de Ceuta
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