La Jefatura Superior de Policía informó ayer de la detención
de un joven ceutí de 24 años como presunto autor de los
disparos que el pasado día 10 hirieron a otro joven en una
pierna en la barriada de Juan Carlos I.
Tal como se señala en el comunicado, la noche del pasado día
10 tuvo lugar en esta conocida barriada la agresión por
parte de dos individuos contra un vecino que se encontraba
en una hamburguesería. Como consecuencia de esta agresión,
en la que se utilizó un arma de fuego, resultó lesionado de
un disparo en la pierna, B.H.H., de 23 años de edad, el cual
fue trasladado y asistido en el Hospital Universitario.
Según testigos de los hechos, y como adelantó este diario el
pasado día 12, los autores de la agresión fueron dos. Ambos
se desplazaban en una moto y a uno de ellos le falló el
arma. La policía explica que los agresores pararon junto al
citado local y el que viajaba como pasajero disparó en
primer lugar con una pistola de pequeño calibre contra la
víctima, que no resultó herida en ese momento al
encasquillarse el arma al pistolero. El que conducía la
moto, sí disparó con su arma, hiriéndole esta vez en el
muslo y dándose posteriormente a la fuga.
Realizada la oportuna investigación por parte de la unidad
especializada, esta ha dado como resultado la detención de
S.A.C., de 24 años de edad, natural y vecino de Ceuta, como
autor del disparo que causó las lesiones a la víctima. A
este individuo le constan ocho detenciones por distintos
asuntos.
Por parte de los agentes de policía se siguen realizando
gestiones tendentes a la identificación y localización del
segundo ocupante de la motocicleta que efectuó los disparos
frustrados.
El detenido ha pasado a disposición judicial imputándosele
los presuntos delitos de tentativa de homicidio, tenencia
ilícita de armas y robo de vehículo.
Este fue el cuarto tiroteo que se producía en la ciudad en
apenas 40 días, después de otros dos registrados a finales
de enero, ambos en la barriada de Príncipe Alfonso y que se
saldaron con dos heridos. El cuarto sucedió el 30 de
diciembre a la altura del Puente del Quemadero, donde los
pistoleros se encontraron con policías locales, que
prestaban servicio de protección de los autobuses.
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