Lo tengo más que comprobado. En
cuanto uno sale diciendo que Juan Vivas y Juan
Luis Aróstegui son uña y carne y que se entienden más
que bien en la trastienda donde se cuecen los acuerdos y
complicidades que deben ser sellados mediante el rito de
abrazos insulares, tarda nada y menos el hombre más listo de
Ceuta en zurrarle la badana a su amigo del alma.
El hombre más listo de Ceuta, secretario general de CCOO y
acaparador de cargos y de nóminas cuantiosas, está perdiendo
facultades mentales. Y las está perdiendo con celeridad. De
no ser así, resulta inexplicable que haya vuelto a tachar a
su amiguísimo de traidor a la causa del Partido Popular. Ha
bastado que uno dijera, días atrás, que nuestro alcalde y
quien manda en la coalición Caballas se llevan a partir un
piñón y se ríen en privado de todos los políticos, sean de
un bando o de otro, para que, deprisa y corriendo, ponga
como chupa de dómine a Vivas.
Aróstegui, el hombre más trabajador de esta tierra, el más
listo, el que más empleos tiene, y, por tanto, merecedor de
percibir grandes soldadas, nos ha dicho que el mejor modo de
reconocer el futuro de Ceuta, que él augura terrible, es
leyendo la prensa de Melilla. Sí; así como suena: la prensa
de Melilla. Menos mal que no ha dicho el nombre de su
periódico favorito. Pero ya lo hará. Que a expresar su santa
voluntad nunca le ha ganado nadie a este Aróstegui aguerrido
y de carácter avinagrado por padecer de un bovarismo que lo
desasosiega. Bovarismo (De Madame Bovary) Estado de
insatisfacción debido al desajuste entre la alta concepción
de sí que tienen algunas personas y sus condiciones reales.
Las condiciones reales de Aróstegui le han permitido nada
más que hacer una política de acuerdos interesados… Cuando
él sigue pensando que goza de un caletre privilegiado para
regir los destinos de esta ciudad. Presume Aróstegui de
tener la cabeza bien amueblada. Y a fe que goza de un cráneo
privilegiado. Y a los hechos me remito: está rico, rico,
rico; por ser pluriempleado. Y además lleva la tira de
tiempo siendo considerado una de las personas más
influyentes de esta ciudad. Y hay que serlo para tomarse las
libertades que él se toma.
Verbigracia: llega al antedespacho de nuestro alcalde,
cuando le apetece, y le dice al secretario de éste o bien al
cuñadísimo, dile a Vivas que me reciba ahora mismo. Y Vivas
tarda un suspiro en abrir la puerta de su despacho y salir a
recibirlo con honores de autoridad de peso. Quien ha
presenciado la escena, alguna vez, dice que ni un japonés es
capaz de doblar la cerviz mejor que el anfitrión.
Fechas atrás, el líder de Caballas, Juan Luis Aróstegui,
acudió al despacho y se expresó de esta guisa: Mira, Juan,
saldrá un artículo mío en el que diré que tú estás mal visto
en la sede de la calle Génova y también en el Gobierno de la
Nación. Y lo achacaré a que cuando gobernaban los
socialistas parecías uno más de ellos. Pero de los más
entregados a la causa. Y que tu amistad con José
Fernández Chacón dio que hablar. Y qué decir de cómo
aceptaste el sistema de financiación de las comunidades
autónomas de José Luis Rodríguez Zapatero. En fin,
que te columpiaste. Mientras Juan José Imbroda se
echaba al monte a luchar contra los adversarios. El
contenido de mi artículo, Juan, y debes creerme, es para
despistar sobre nuestra amistad. Puesto que ya son muchas
las voces que dicen que estamos conchabados desde hace la
tira de tiempo. Y es conveniente que nos mostremos cautos”.
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