El Conservatorio de Música y el Ingesa, a través de las
matronas del Recinto, celebraron ayer un concierto para
mujeres en avanzado estado de gestación. Es el segundo año
consecutivo que se realiza esta actividad y además de
escuchar el repertorio musical, las matronas miden la
frecuencia cardíaca de las futuras mamás, antes y después
del concierto, con el fin de cuantificar la actividad del
bebé. De este modo, el año pasado se comprobó que, “según el
instrumento que se estuviese interpretando, se notaba un
distinto movimiento en el bebé”. Así lo explicaba ayer Laura
Riveiro, profesora de lenguaje musical del Conservatorio y
promotora de esta atividad.
Riveiro destaca que los bebés se mueven más en las barrigas
de sus madres cuando los músicos tocan instrumentos con un
timbre más grave, como el violonchelo, la viola o el fagot.
“Les genera más inquietud”, explica Riveiro. Asimismo, las
futuras mamás explican tras el concierto qué sensaciones les
aporta escuchar música y qué movimientos perciben en sus
hijos durante el concierto.
Esta profesora fue precisamente la que tuvo la idea de
realizar esta actividad, y se lo propuso a Lucía García,
matrona del Recinto y estudiante de música del
Conservatorio. “Cualquier actividad que pueda ayudar al
desarrollo del bebé es positiva, y ya el año pasado
comprobamos que la experiencia del concierto fue muy bonita,
aunque las posibles consecuencias se ven a largo plazo”,
explica Riveiro.
“Hay muchos estudios científicos que demuestran cómo la
música es positiva desde antes de que nazca el bebé, pero
también lo es que un niño estudie música, pues ayuda a su
desarrollo integral”, sostiene Riveiro, quien resalta que
desde el Conservatorio recomiendan a todos los padres que
inscriban a los niños en las escuelas de música. “Aunque la
carrera musical es larga y dura, pero la enseñanza elemental
es buena para cualquier niño y todos deberían tener la
oportunidad de recibirla”, añade.
En el Conservatorio se imparten estudios elementales y
profesionales y la profesora considera que los niños que
aprenden música de pequeños disponen de más herramientas
para afrontar la vida diaria cuando son adultos. “Les ayuda
en la vida porque te prepara para afronta otro tipo de
conocimientos”.
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