La comunidad romaní de Ceuta con sus actividades, testimonio
y su apertura al exterior, está poniendo de relieve valores
y aspectos muy positivos, que afectan a su historia, cultura
y costumbres. D. Miguel Jiménez, como Presidente y D. Juan
Rafael Heredia, responsable y dinamizador de su organización
juvenil, están demostrando con el conjunto de personas que
representan, que esta comunidad ceutí también se ha ganado
un puesto relevante en el contexto cultural de la ciudad.
Personalmente, para mí, ha sido una satisfacción conocer las
noticias positivas que aparecen sobre los romaníes de Ceuta.
Hace ya tiempo, por motivos profesionales, tuve la suerte de
entrar en contacto con la comunidad romaní en un pueblo de
Valladolid. Fue una de las experiencias más gratificantes a
nivel personal y profesional, pues el contacto con otras
culturas siempre es muy enriquecedor. Me congratula saber
que la evolución de la integración romaní en Ceuta
transcurre de un modo satisfactorio, que denota el esfuerzo,
implicación y la asunción del protagonismo por los miembros
de la propia comunidad. Históricamente han sido muchas las
barreras que esta comunidad ha tenido que vencer, pero el
espíritu de superación romaní, como sucede en otras
comunidades de Ceuta, es un ejemplo, de cómo, si las
instituciones y el propio pueblo gitano actúan de acuerdo en
conseguir unos objetivos de integración social
intercultural, se producen óptimos resultados para todos.
Con la aprobación de la Constitución Española se establece
un punto de inflexión decisivo. En su Título I, uno de sus
artículos dice: “Los españoles son iguales ante la ley, sin
que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de
nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra
condición o circunstancia”. Este marco constitucional
permitirá que se potencie el impulso educativo, que favorece
la actuación integradora a todos los niveles, y que no
cuestiona la labor educadora en nuestra ciudad desde la
llegada de los romaníes a Ceuta, pero que produce un
refuerzo institucional decisivo a partir de los años
ochenta.
En el primer Gobierno socialista se crea el Programa de
Educación Compensatoria, reforzándose con Alfredo Pérez
Rubalcaba, que entonces fue Secretario de Estado de
Educación. Incide en la actuación compensadora educativa en
zonas rurales, y ante situaciones desfavorables en la
escolarización, que podían afectar también a miembros de
algunas comunidades culturales de nuestro país,
contemplándose lógicamente en nuestra ciudad. La actuación
que el Ministerio de Educación implementa en los años
ochenta se combina con el Plan Nacional del Desarrollo
Gitano, en colaboración entonces con el Ministerio de
Asuntos Sociales, que constaba de tres objetivos y quince
actuaciones. Podemos destacar el conseguir la escolarización
plena, asumiendo las peculiaridades culturales y favorecer
la obtención de titulaciones medias y superiores, con el fin
de facilitar que sean los profesionales gitanos agentes del
desarrollo de su comunidad. En este plan educativo de
actuación, participan, junto a las Direcciones Provinciales
de Educación, desde su inicio en el primer Gobierno del Sr.
González, los sucesivos responsables del Programa en cada
provincia, por supuesto también en Ceuta, en tiempos de los
Gobiernos del Sr. Aznar, el Sr. Zapatero y el Sr. Rajoy. Es
de justicia agradecer también, además del ingente trabajo
aportado por Profesorado de los centros educativos, la
colaboración de los Equipos de Orientación, Asistentes
Sociales y Ayuntamientos. Destacar, asimismo, el apoyo de
las Asociaciones Gitanas y de Enseñantes relacionados con la
educación en esta Comunidad, así como de la Universidad.
Podemos resaltar algunas colaboraciones, como el
catedrático, D. Tomás Calvo Buezas, que presentó hace
tiempo, un estudio de análisis de textos escolares, que sólo
contenían un reducido número de líneas con alusiones a los
gitanos. El compromiso del escritor, Jean Pierre Liègeois.
D. Alfonso Iniesta, que hace referencia a una expresión, que
he escuchado muchas veces al equipo directivo, profesorado y
AMPA del Colegio Lope de Vega, y que sin duda se repite por
los mismos órganos, docentes y padres de cada uno de los
Colegios e Institutos de Ceuta, relacionada con Knapp:
“Cuando el profesorado y las familias se comunican, la ayuda
fluye en todos los sentidos” La colaboración de las madres y
padres con el profesorado es fundamental.
El aprovechamiento de la educación que se recibe en los
centros educativos, sean de niños, jóvenes o adultos, es el
mejor medio para transformar la sociedad, poder ser más
libres, y con la formación recibida tener una mayor calidad
de vida, donde la cultura y preparación obtenidas, permitan
disponer de recursos, que posibiliten poder enfrentarse con
espíritu crítico, creativo y solidario a los retos sociales,
así como reflexionar sobre los valores que generan la
igualdad entre hombre y mujer. En definitiva, los romaníes
pueden, con la educación, reforzar y potenciar su espíritu
de superación y mejorar sus condiciones, como el resto de
las comunidades culturales de Ceuta.
No quiero dejar de mencionar la permanente y tenaz
contribución de D. Juan de Dios Ramírez Heredia, presidente
de la Unión Romaní y Alto Comisionado Internacional para
asuntos gitanos, cuyo esfuerzo nunca será lo suficiente bien
valorado. También hacer referencia a la doctora italiana
Karpatri en su expresión: “ El proceso de integración,
prevé, de hecho, un doble movimiento, el de la sociedad,
acogedora, hacia el grupo gitano, y el del grupo hacia la
sociedad, para un recíproco enriquecimiento.”
Finalmente decir, que en la televisión y emisoras
radiofónicas de Ceuta, así como en los escenarios de la
ciudad, que no deje de oírse y presenciarse, la calidad
artística de los romaníes y el flamenco, su ritmo, el baile,
la riqueza de su percusión, las palmas, la guitarra, “el
salero” y el cante que expresa sus sentimientos más
profundos, donde el recuerdo de Camarón está siempre en la
memoria. En definitiva, siempre sintiéndose orgullosos de
ser gitanos.
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