Los sindicatos han valorado con un “rotundo suspenso” la
reforma laboral puesta en marcha por el Gobierno hace
exactamente un año. Para las centrales sindicales esta
reforma laboral no ha conseguido ninguno de los objetivos
marcados por el Gobierno y tan sólo ha servido para
incrementar las listas del paro. Tanto UGT como CCOO han
realizado un estudio de este primer año de la reforma
laboral y ambos por separado han llegado a la conclusión que
la reforma ha sido un “fracaso” ya que todos los indicadores
del mercado laboral han empeorado desde la entrada en vigor
de la norma.
El pasado domingo se cumplía un año de la aprobación de la
reforma laboral del Gobierno de Rajoy, y lo ha hecho con un
balance numérico poco alentador, ya que todos los
indicadores del mercado laboral han empeorado desde la
entrada en vigor de la norma. El Gobierno ya avisó desde un
principio que la nueva legislación tardaría tiempo en tener
efectos positivos aunque algunos ministros, como los
titulares de Economía, Luis de Guindos, y Empleo, Fátima
Báñez, han asegurado que sin la reforma se hubiera destruido
más empleo.
Los datos, sin embargo, no parecen darles la razón. El ritmo
de pérdida de empleo fue mayor el pasado año que en 2009, el
ejercicio de la crisis en el que la recesión fue más aguda.
A nivel nacional, aquel año, por cada punto de caída del
Producto Interior Bruto (-3,6%) se destruyeron unos 330.000
empleos. En 2012, con una caída de la economía del 1,4%, la
cifra supera los 600.000 por punto. Si nos centramos en el
caso de Ceuta, la Ciudad Autónoma tiene el “lamentable”
honor de encabezar la tasa de paro del país con más de un
36%, además después de un año, desde que entrara en vigor la
reforma laboral, y pese a que existe actualmente un plan de
empleo en vigor, la ciudad ha sufrido un incremento de 745
parados más, lo que ha situado el número de desempleados en
12.197 frente a los 11.452 que había hace un año por estas
fechas.Además si se observa cómo se comportó el paro otros
años por estas fechas, el año pasado el paro subió en 630
personas, en 2.011 subió en 318, en 2.010 se incrementó en
130 y en 2.009 se restó 248 desempleados.
Y es que en Ceuta, salvo circunstancias excepcionales, como
que comience un plan de empleo, el paro nunca da respiro. Un
mes tras otro no deja de crecer, una sangría a la que nadie
puede poner freno. “No hemos dado todavía con la tecla para
generar actividad económica”, ha lamentado en más de una
ocasión el secretario general de UGT en la ciudad, Antonio
Gil, quien tras los últimos datos ofrecidos por el Servicio
Público de Empleo Estatal (SEPE) destacó “la falta de un
tejido productivo que propicie empleo”. Ceuta, con una
superficie de 19 kilómetros cuadrados, no tiene industria y
tampoco agricultura. Vive de los servicios y del comercio
transfronterizo con Marruecos. Pero sobre todo Ceuta vive
gracias a las Administraciones públicas. De los
aproximadamente 20.000 ceutíes que cotizan a la Seguridad
Social, casi 10.000 son empleados de la Administración
General del Estado y de la ciudad autónoma.
Tras estos desalentadores datos y una vez transcurrido un
año desde la puesta en marcha de la reforma laboral los
sindicatos ya han realizado su valoración y todos coinciden
en afirmar que es un “rotundo fracaso”, ya que “no ha
cumplido el objetivo de los autores, que era profundizar en
la flexibilidad interna para frenar la destrucción de
empleo”, aseguran los sindicatos, los cuales también
consideran que “la nueva norma ha desequilibrado la
capacidad de relación entre trabajadores y empresarios a
favor de los empresarios, ya que con la mayor facilidad del
despido, el empresario no encuentra incentivos para buscar
esa flexibilidad interna y opta por los despidos”. En el
informe realizado por UGT, titulado “Un año de reforma
laboral: evolución de la contratación, el empleo y los
despidos”, la central sindical se sirve de las cifras
oficiales para evaluar los efectos de la norma. Entre esos
datos destacan que en el periodo de vigencia de la reforma
ha caído la contratación, el número de ocupados ha
retrocedido respecto al año anterior, el número de
desempleados ha vuelto a dispararse y el número de ERE
también ha aumentado.
Por otro lado, en materia de negociación colectiva, aprecian
una paralización en la negociación de los convenios, un
aumento de la conflictividad (expresada en el número de
huelgas y el recurso a los servicios de arbitraje) y alertan
de que un 30% de convenios corren el riesgo de desaparecer
en los próximos meses por las medidas dispuestas en la
reforma.
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