Andan revueltas las aguas, en
torno a la Ciudad, y muy especialmente cuando hay
determinados cargos que parece que “sobran” y a los que los
ocupaban hay que darles otros, con distinto nombre, pero con
unas ganancias que no creemos que vayan a ser muy
inferiores.
Así son las cosas y así se vienen comentando, cuando se dice
que los cuatro subdirectores generales se van a convertir en
coordinadores.
Lo que no debe extrañar a nadie es este encaje de bolillos
que se viene elaborando, desde la Ciudad, y en el que
ciertas personas, las del “asa de la caldera” no parece que
vayan a perder ese cargo que, a dedo, han ocupado.
El Consejo de Gobierno de la Ciudad anunció el pasado
viernes que va a acatar la sentencia del Juzgado de lo
Contencioso-Administrativo sobre la nulidad del cargo de la
subdirectora general de Empleo.
La idea me parece perfecta, pero si terminara en esto, lo
malo es que el propio Ejecutivo ha decidido crear cuatro
plazas de coordinadores de área, donde se podrían reubicar
los cuatro subdirectores, con lo que viene a ser algo
parecido a ese refrán de “los mismos ... pero con distintos
collares y muy parecidos”.
Y como desde algunos organismos, cuando se actúa, hay quien
cree que fuera de allí todos los demás son o somos tontos,
nos sale el portavoz, señor Martínez, y nos dice que “la
creación de estas plazas no va a suponer incremento de
gasto”. ¡¡Y tanto que no!! “mutatis mutandis”, pero si ya
sobraban esos subdirectores, no viene a cuento el “reajuste”
como coordinadores.
Un primer paso que, a pocos, agrada y casi a nadie convence,
con lo que hay que ver por donde salen, o han salido, ahora
los sindicatos en este caso.
Y lo primero que se nos dice es que los sindicatos rechazan
la postura de la Ciudad a la hora de nombrar coordinadores.
En este sentido, el sindicato que parece picar más fuerte es
CSI-F al considerar este “encaje de bolillos” como el “error
político más grave del presidente Vivas, cosa que le pasará
factura”. Es una situación clara, sin andarse por las ramas.
No se ve nada bien y peor aun se ve desde la UGT, desde
donde se considera que el Ejecutivo de la Ciudad podría
incurrir en una presunta “prevaricación y tráfico de
influencias”. Es su opinión, visto lo visto, con las
reubicaciones que a nadie le dejan sin su propia opinión.
Desde fuera del propio Ayuntamiento, pues, las voces se
dejan oír y no para aplaudir las decisiones del Ejecutivo, e
incluso grupos políticos que ahora mismo no tienen
representación en el Ayuntamiento tratan de hacerse un
lugar, poco a poco, y en casos como UPyD van lejos en sus
apreciaciones e instan a otros organismos a actuar:” La
Fiscalía debería actuar de oficio ya que estos actos son
públicos y causan alarma social”. Es la apreciación de UPyD,
con lo que se va cerrando el círculo, cada vez un poco más,
y ya estamos deseando ver qué dirección toma el propio
Gobierno, con estos puestos, pocos pero interesantes, que
dejan perplejos a muchos e indiferentes a nadie.
Termina UPyD en una nota de prensa que “está con los
ciudadanos y con la igualdad ante la ley de todos los
españoles”.
Las elecciones quedan, aún, muy lejos, pero hechos de este
tipo pueden marcar y mucho el devenir de unos y otros cara
al futuro. Todas estas cosas tienen que y deben pasar
factura.
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