La crisis económica no está consiguiendo coartar la
iniciativa de todos aquéllos jóvenes emprendedores que
buscan poner en marcha su idea de negocio al amparo de la
orientación de la Cámara de Comercio y aprovechando, en
muchos casos, las ventajas que proporcionan tanto la
denominada Ventanilla Única de cara a las gestiones previas
a realizar en la tramitación burocrática preceptiva, como el
Vivero de Empresas que facilita un despacho.
La actual coyuntura económica no está resultando un
impedimento para aquéllos emprendedores/as que, con
decisión, optan por el empleo propio (autoempleo) y se
arriesgan a constituir su propia empresa, primero con cierta
modestia y escasa inversión para minimizar riesgos pero con
una idea clara de negocio. Esencialmente, o bien a través de
franquicias constituyendo delegaciones en Ceuta de empresas
ya consolidadas a nivel nacional y abriendo una posibilidad
de negocio en un sector que no existe en nuestra ciudad, o
bien siendo imaginativos y creando una idea empresarial que
consideran válida y con futuro.
En este contexto y con inquietudes por abrirse camino en el
mundo de la empresa, son muchos los que deciden afrontar un
reto atractivo y emocionante que despliegan con ilusión.
Durante el pasado año, según datos a los que ha tenido
acceso este periódico fueron un total de 150 las empresas
que solicitaron orientación a la Cámara de Comercio para
establecerse, entidad que tiene a disposición de los
emprendedores, dos departamentos de apoyo: la Ventanilla
Unica, decisiva para el desarrollo y tramitación de todo el
“papeleo” de carácter burocrático que se precisa para la
puesta en marcha de una iniciativa de estas características
y el Vivero de Empresas, instalaciones idóneas para ubicarse
cualquier nueva empresa que quiera arrancar con el mínimo
dinero en tanto se sitúa en el mercado y capta clientes.
De esta manera, la burocracia administrativa se facilita a
través de la Ventanilla Unica y la instalación, igualmente
se hace de manera económica y cómoda, mediante la ocupación
de uno de los catorce despachos que el Vivero de Empresas
pone a disposición de los emprendedores con una módica
cantidad de alquiler mensual, que ha resultado invariable
durante los últimos años: 240 euros, por la utilización del
mobiliario y las instalaciones, corriendo por cargo del
emprendedor los gastos de telefonía y el uso de su propio
ordenador. De manera, que el módico precio de alquiler es
para sufragar los gastos de limpieza y mantenimiento de la
instalación, cuyas dimensiones, en función de las
necesidades, permite colocar entre una y tres mesas de
despacho con sus correspondientes archivadores y estanterías
para la documentación. Cada usuario cuenta con llave propia
del despacho y libertad total de utilización del mismo,
incluso en horario festivo, ya que goza de plena autonomía.
Aunque parezca un contrasentido, lo cierto es que, en época
de crisis, aún hay emprendedores que no se arriendan y optan
por el autoempleo para llevar a buen puerto su iniciativa
empresarial, con una mínima inversión y con el objetivo del
éxito.
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