Prosiguen desparramándose riadas
de tintas, con respecto a lo destapado hace unos días,
relativo a las anotaciones realizadas por el presunto
chorizo, mangante o ratero de guante blanco; el extesorero y
exsenador del Partido Popular Luis Bárcenas, en un libro de
doble contabilidad B o con todas las letras del abecedario,
en el que figuran escritas entregas periódicas,
presuntamente efectuadas por él a altos cargos del PP… desde
hace años.
En dichas anotaciones figuran iniciales y nombres de
relevantes autoridades políticas… que presuntamente han
trincado ‘manteca’ en sobres negros. Figurando el presidente
del Gobierno español Mariano Rajoy, así como, Álvarez
Cascos, Rodríguez Rato, Federico Trillo, Ángel Acebes, Jaime
Mayor Oreja, Javier Arenas, María Dolores de Cospedal,
Arriola y Teofila Martínez...
Los acusados de esas presuntas entregas o cobros, han
negando la presunta evidencia. Arremetiendo contra los que
les acusan de dicha práctica, amenazando con la
interposición de querellas. Creyendo, según mi experiencia a
través de las muchas representaciones similares que he
presenciado desde el patio de butacas, en el Teatro Real de
la actual política democrática y constitucional española.
Que todo este descomunal presunto caso de corruptela de los
papeles de Bárcenas, quedará estancado como las aguas de las
cloacas. Y salvo el o los cabezas de turco que se coman los
cerullos, los demás se irán de rositas, aunque, será mucha
la mierda que llevarán a sus espaldas el resto de sus días.
Por lo tanto, lo que toca ahora es más de lo mismos entre
los dos grandes partidos políticos. Y si el PSOE con el “tú
más”, le está arrojando al PP en los morros el caso Gürtel,
los papeles de Bárcenas, el caso Madrid Arenas y el proceder
de la ministra Ana Mato. El PP contraataca al PSOE tirándole
los ERE de Andalucía.
Esto es lo que hay y “no hay más leña que la que arde”. Y si
no lo remedia el pueblo, que es de donde emanan nuestros
gestores públicos, salvo la Casa Real que fue impuesta
antidemocráticamente por el dictador Franco. España arderá
por los cuatro costados, ya que se encuentra en estado de
emergencia.
Porque, entre los unos y los otros y los de más allá y
cercanos, han dejado las arcas públicas totalmente
arrasadas. Y por llevarse se han llevado en cajas de
zapatos, en bolsas de basuras y en sobres blancos o negros,
hasta las gomillas elásticas de atar los fajos de billetes
verdes, amarillos o violetas.
Y es así, porque en España, están presuntamente pringados
hasta algunos miembros de la Casa Real Española. Porque no
sólo está imputado de cometer diferentes presuntos delitos
el yerno del Rey, Iñaki Urdangarín, por la presunta trama
ratera del Instituto Nóos que presidía junto a su exsocio
Diego Torres.
Sino que también, tiene presuntamente mucho que declarar el
próximo 23 de febrero ante la Justicia, el secretario de las
Infantas, Carlos García Revengas, al haber sido imputado de
pertenecer al núcleo organizativo del Instituto Nóos, tras
salir a la luz pública determinados correos electrónicos
procedentes de Diego Torres.
Por otra parte, la Infanta Cristina, esposa de Urdangarín,
aún no ha sido llamada a declarar como testigo, pero mucho
menos como presunta imputada en el caso Nóos… Existiendo un
gran malestar e indignación en la población española, porque
presuntamente se está demostrando con ella hasta la fecha,
que la Justicia no es igual para todos, como proclamara su
padre el rey Juan Carlos en el discurso de Navidad de hace
un par de años.
Y lo que faltaba para rizar el rizo con respeto al caso Nóos
de los presuntos rateros Iñaki Urdangarín y su exsocio Diego
Torres. Al no haber depositado la fianza que les fue
impuesta por el juez Castro solidariamente a ambos por un
total de 8.189.000 euros, por sus presuntas
responsabilidades civiles en el caso Nóos. Es lo que
presuntamente ha declarado Pacual Vives, abogado defensor de
Urdangarín, sobre el estado de pobreza en que quedará su
defendido, al tener que hacer frente a esa abultada fianza.
Particularmente, no siento pena alguna ni por Urdangarín ni
por su esposa la Infanta Cristina. Porque la fortuna que han
amasado en tan corto periodo de tiempo, no ha sido
exclusivamente de trabajar honradamente como lo hacen los
españoles de bien. Sino de aquella manera por ser quienes
son y lo que representan. Dudando mucho, que sean
desahuciados como lo están haciendo los bancos tan
tiranamente con el resto de los españoles que no pueden
pagar sus hipotecas. Aunque, sus hijos, los de Urdangarín y
la Infanta, no tienen la culpa del proceder de sus padres.
Pero tampoco tendrán necesidad de ir a los comedores
sociales, porque sus yayos están forrados al navegar en el
Bribón y en el Fortuna.
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