El Ceuta afronta esta tarde una complicada cita frente a un
rival peligroso que necesita de forma urgente los tres
puntos para intentar recortar parte de los siete puntos que
lo separan de los puestos de permanencia. La delicada
situación por la que pasa convierte al Montilla en un lobo
con piel de cordero que intentará hacer todo lo posible por
conseguir la victoria en su propio campo ante un equipo
caballa que busca ante el colista su primera victoria de la
temporada lejos de tierras ceutíes.
Álvaro Pérez no se fía del rival, y reconoce que el marcar
pronto podría marcar el transcurso del resto del partido.
“Cada partido es un mundo, y si conseguimos goles pronto
igual el rival será más cordero, pero sino es posible que
sea más lobo. Todo será consecuencia de la dinámica que se
produzca en el partido”, admite el técnico canario, quien
recuerda que “el fútbol es un estado de ánimo”, lo que
apuntilló con el adjetivo de “cambiante”.
Y es que, poco o nada le dice la clasificación del Montilla
a Álvaro Pérez antes de esta importante cita en la que los
dos equipos se juegan mucho. De esta forma, el técnico del
conjunto caballa afirma que “la clasificación lo dice al
final de la temporada, o después de cada jornada, pero no
antes de un partido”, destacando que “antes de un partido,
el equipo que está descendido quiere ganar al Madrid y al
Barcelona, y eso ha sucedido en toda la historia y en todos
los campeonatos”.
Después de los resultados positivos de sus rivales directos
de la pasada semana, y de la victoria frente al Sevilla C,
Álvaro Pérez admite que “lógicamente es importante cualquier
resultado positivo que se produzca entre nuestros rivales
directos, pero lo tenemos que hacer bueno nosotros”, y
afirmó que “aunque de las derrotas se aprende, siempre se
aprende mejor con el triunfo”. En cuanto a los posibles
resultados de la jornada, el canario no especula con el
triunfo de su propio equipo, destacando que “siempre me
quedo con una victoria. Lo demás me importa, pero menos que
nuestro partido”.
En lo que respecta al peso que puedan tener sus jugadores
por no haber ganado aún a domicilio, Álvaro Pérez lo tiene
claro. “Si alguien tiene ese peso, aunque sea
inconscientemente, lo lleva mal, porque cuando alguien va a
la guerra con miedo a morir se ha acabado. Ni es un soldado
ni nada, sólo es un bulto sospechoso en el campo de batalla.
Los ideales están por encima de todo y vencen a cualquier
temor y sobre cualquier cosa”, concluye.
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