El Gobierno de la Ciudad ha aprobado la puesta en marcha de
un convenio de colaboración con las Hermanas Adoratrices con
el propósito de “mantener la casa de acogida”.
En concreto, se trata de un recurso residencial no
permanente y se tienen concertadas ocho plazas con las
Hermanas Adoratrices, las cuales están destinadas a “mujeres
sin recursos y unidades monoparentales con familia”, explicó
ayer el portavoz del Gobierno local, Guillermo Martínez.
Además, dos de las plazas se van a reservar de forma
específica a mujeres víctimas de violencia de género. El
importe total del convenio asciende a 68.250 euros y las
Hermanas Adoratrices tienen adscritas “tres profesionales
para la prestación del servicio”.
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