El Parque Marítimo es, a todas
luces, un activo por explotar. Que unas instalaciones con la
calidad de estas, firmadas por un artista de primer orden
como César Manrique, sólo se disfruten en temporada estival
es imperdonable en una ciudad cuyos gobernantes aspiran a
convertirla en un foco de atracción turística. Además, no ya
los visitantes, sino los ceutíes merecen poder disfrutar
todo el año de unas instalaciones cuya construcción supuso
en su día una importantísima inversión y que ocupan un
espacio privilegiado y amplio de la ciudad. Los empresarios,
abonados y usuarios se han unido para plantear sus
propuestas y es un comienzo, aunque la iniciativa
empresarial es la que quizá más pueda aportar.
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