En el despacho de Presidencia de la Ciudad Autónoma de
Ceuta, se mantuvo ayer una reunión de alto nivel entre las
consejerías directamente relacionadas con el tema de la
limpieza y las finanzas y la concesionaria saliente del
mencionado servicio, Urbaser, representada por su director
general, José Mª López Piñol. Según ha podido saber este
periódico para abordar temas que estaban pendientes.
En la mencionada reunión, el jefe del Ejecutivo ceutí, Juan
Vivas, se hizo acompañar por el consejero de Hacienda,
Guillermo Martínez y el titular del área de Medio Ambiente,
Gregorio García Castañeda, así como por el Interventor y el
asesor jurídico. Sobre la mesa, como es lógico, “ajustar las
cuentas”, tras la reciente salida de la adjudicataria de la
prestación del servicio de limpieza pública viaría, desde el
pasado 1 de febrero y abordar, como es lógico, las cuantías
económicas que Urbaser reclama a la Ciudad Autónoma de
Ceuta, por lo que se hacía imprescindible la presencia de
los dos técnicos mencionados, el encargado de la
Intervención y el asesor jurídico para responder de los
temas legales a que hubiera que recurrir. En el encuentro
aludido, por parte de Urbaser estuvo su director general,
José Mª López Piñol, al objeto de concretar diversas
cuestiones pendientes.
Por otra parte, la Ciudad también planteó la amortización de
la maquinaria y los camiones, a cuenta de las distintas
partidas que han sido abonadas a Urbaser durante su etapa de
servicio público en materia de limpieza. De ahí, que Juan
Vivas se hiciera acompañar de dos personas de su confianza
como los consejeros de Hacienda y Medio Ambiente, dado que
los temas a tratar estaban directamente vinculados a estas
áreas: de un lado, el aspecto económico y, de otro, el
funcionamiento del servicio, así como el inventario que se
realizó antes de que se produjera el cambio de empresa, como
ya informó en una de sus comparecencias de prensa el consejo
de Hacienda y portavoz del Gobierno Vivas, Guillermo
Martínez, para lo que se hizo acompañar del notario como
fedatario público en un acto de trascendencia.
La reunión a la que aludimos se prolongó durante cerca de
dos horas y era de obligado cumplimiento tras la
finalización del servicio y los asuntos que hay aun
pendientes.
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