Jueves por la mañana. La convocatoria se produce a
diferentes horas, por error de coordinación. Se trata de un
Seminario Inicial de Prevención de Riegos Laborales, una
charla sobre primeros auxilios, y, por último, la
intervención de un representante de la Delegación del
Gobierno. Los destinatarios son trabajadores del actual Plan
de Empleo. Versión especial y local Marshall. La asistencia
es total.
Jueves por la mañana. Enero toca a fin de calendario. El
tiempo de viento y fuerte lluvia invita, en la imaginación,
a buscar refugio en una casa con chimenea y buena pelìcula.
En la sala del edificio, bonito y cuidado al máximo en sus
instalaciones, de la Mutua de Manzanera, donde tiene lugar
el desarrollo de la jornada, una de las trabajadoras del
Plan, asistenta al curso, sufre un mareo, en el mismo
momento en el que la enfermera Sara imparte su clase de
primeros auxilios. La enfermera, simpática en sus ademánes y
forma de expresarse, firme en su opinión de erradicar los
métodos tradicionales de los auxilios caseros, apostando
decididamente por la conveniencia de acudir siempre al 112,
se ve, para su sorpresa, ante un caso práctico cuando
desarrolla teoría con el apoyo de un video de Cruz Roja.El
calor ambiental está cargado y abren una puerta para que
entre el aire fresco. Un alívio.
Tres técnicas de la Ciudad en materia de Prevención de
Riegos Laborales, son las encargadas de comenzar el acto.
Desarrollan, con apoyos de gráficos y paneles, los asuntos
más relevantes en la materia. A continuación, interviene la
enfermera que da un curso de primeros auxilios. Por último,
un representante de la Delegación del Gobierno, que se da a
conocer con el nombre de Julio, explica asuntos relativos a
la contratación: número de horas a trabajar, vacaciones,
condiciones para faltar al trabajo con los oportunos
justificantes y permisos especiales, duración de la relación
laboral, tipo de contrato, etéctera.
Si fuera del salón de actos donde tenía lugar la jornada,
llovía con fuerza, dentro del recinto, los asintentes al
curso, esperaban impacientes el momento Julio( que iba a
hablar en enero), como agua de mayo. La razón para tal
ansiedad no era otra que la anunciada, a primera hora, por
parte de las técnicas de Prevención, de que Julio iba a ser
la persona encargada para ofrecer datos sobre el día o fecha
en la que se iba a poder cobrar.
A la totalidad de los asistentes a éste curso de formación
interesaba, a unos más que a otros, lo desarrollado a lo
largo de la jornada, por las técnicas de Prevención y la
enfermera, de forma fácil, amena, y profesional, al mismo
tiempo. Ahora bien, a todos interesaba de manera puntual y
preocupaba el dato del cobro. De ahí que cuando Julio
llegara a éste punto y señalara que “por motivos
presupuestarios y administrativos” no se iba a cobrar hasta
finales de febrero( la relación laboral comenzó el 28 de
diciembre del 2012) el mal tiempo reinante en el exterior,
se coló en los corazones de los asistentes.Pareció entonces
que se estaba en plena calle recibiendo la grata noticia.
El representante de la Delegación, de nombre Julio, cumplió
con su cometido de mensajero, y, como queriendo dar una
solución, aportó la siguiente:” ustedes pueden ir a sus
bancos”. Que la dilación en las fechas sobre la aparición
del presente Plan de Empleo, es un hecho constratable, es
algo que está ahí. Desde el pasado mes de junio del año
pasado, se ha estado hablando de echar a andar el mismo. Iba
a ser de la Delegación. Iba a ser de la Ciudad. Iba a ser de
la Delegación con la Ciudad. Iba a ser de 6 meses. Iba a ser
de 9 meses. Mientras tanto, el tempus fugit. La tardanza
ocupó lugar destacado en los hogares de los ceutíes,
necesitados de buscar la vida.
Y el balón de oxígeno, la tabla de salvación, el pan para
hoy y hambre para mañana, pasaba de mano en mano, a la
espera de que, finalmente, se pusieran de acuerdo de una
vez.
Claro que, un tema relacionado con los parados, tampoco
tiene porque ser un asunto tratado con máxima urgencia. Los
parados pueden esperar. Seguir sumando sus miserias. Es la
población débil. Son muchos pero todavía no han sabido, no
han logrado, unir sus millones de lágrimas y desesperación,
en torno a un líder. Son carne de cañon para tiempos de
campaña electoral. Materia prima para usar antes de llegar a
Moncloa. Sea el presidente dirección a la derecha, o a la
izquierda, según digan.
Finalmente, la UPD se suprimió . La Ciudad cogió las riendas
de la gestión y colaboró con la Delegación. El presupuesto
de la partida viene de Madrid. Se ignora, al menos éste
periodista no lo conoce, si la causa del retraso de la
partida económica, es debida a la ausencia de comunicación
vía helicópteros.
Hay traslado de personal y enseres desde Ceuta Center. En el
edificio de la televisión española local (!será por
televisiones!), con su enorme letrero,las colas de
candidatos a firmar los contratos del Plan de Empleo,
durante el pasado diciembre, pudieron invitar, al correcto e
impecable Jesús, a pedir un milagro para que la organización
no se desmadrase y las avalanchas de candidatos no
terminaran con la paciencia de unos y otros. O a solicitar
un balón con el que poder organizar encuentros amistosos de
fútbol en el campo que se vislumbra tras las ventanas. Algo
así como trabajadores, por un corto espacio de tiempo,
contra los que trabajan merced a ese drama social. Como
policias y ladrones. Como fábricas de armas y guerras. Es el
54, pero ya no está el bar 54.
Harían bien los máximos responsables del área de Empleo de
la Ciudad, en cuidar, mimar, a Jesús. Funcionarios como él
es, precisamente, los que precisan de su trato la gente
humilde que alegran sus vidas familiares con un jornal con
el que poder aliviar las necesidades más elementales . Jesús
es alguien que conoce y reconoce a las personas, tanto si,
en un momento dado, forman parte de una gran empresa, como
si la situación personal y profesional de las mismas, por
circunstancias, es de debilidad o precaria. Es lo llamado,
popular y sabiamente, como gente con calidad humana.
En Ceuta, más de 1000 parados estaban a punto de cambiar la
mala racha. Locos de alegría. Por fín, algo que llevar a
casa. En esos momentos de júbilo, nadie se paró a pensar ,
ni por un momento, que dentro de 6 meses, de nuevo, la
situación sería la que era. En los rostros de los
afortunados a estampar sus firmas, se observa que la medida
de inyectar dineros públicos con fines tan oportunos, es uno
de los caminos orientados para salir de la crisis que, en
absoluto, es achacable a la gente humilde. En sus manos,
nunca estuvo la gestión ni la posibilidad de arruinar el
país a base de golpes bajos reservados para los que ostentan
parcelas de poder.
Más de 1000 parados ceutíes, mayores de 30 años, desde el 28
de diciembre, por plazo de 6 meses, han sido dados de alta
en la seguridad social. Son útiles pese a la inestabilidad
de sus contratos. Tener trabajo bajo la espada de Dámocles
como condena, es como para que, encima, se pueda exigir
peras al olmo. Se recibe un sueldo justo, con nómina, y
seguridad social. Ahora bien, el carácter de transitoriedad,
esos 6 meses, dan alas al traste con el optimismo inicial.
Aquellos que en Ceuta disfrutan de buenas nóminas y son
personal fijo, si son susceptibles de exigencias laborales.
Ahora se dice que los trabajadores del presente Plan, que
vienen trabajando desde el 28 de diciembre, a lo mejor
reciben algo de su dinero, parte de lo que les corresponde,
el 10 o 12 de febrero, en lugar de a finales del presente
mes, como se les anunció.
Alguien debe estar en Ceuta lo suficientemente aburrido como
para haber tenido tiempo como para ponerse a pensar y
reparar en la situación desesperada de los componentes del
plan. Claro que queda consuelo en esa idea o teoría, según
la cual ,se debe acudir a los bancos a intentar corregir el
estado de penas. Así, pues, que vayan abriendo las entidades
financieras locales sus puertas de par en par. A ser
posible, también sus brazos.
Eso sí, atención extrema para que los flamantes
trabajadores, que son como velas que se consumen o apagan en
su corto límite de tiempo, no vayan a ser recibidos también,
con abrazos preferentes.
En la Caixa, de la Gran Vía, está el madrileño Álvaro. Con
color de pelo Van Gogh, comparte uno de los apellidos,
aunque en orden distinto, con mi querido padre Joaquín.Cual
niño grande me voy con intención de gastarle bromas y poco
más. De pedir dinero, el mínimo justo, que es mucho decir.
Pero, si no me llega a dar ni tan siquiera las gracias por
la visita a la entidad, le podré amenazar con el argumento
de irme con mi cuenta, que no es corriente, sino que está ya
que echa chispa, a esa nueva creación,a ese nuevo invento,
llamado “banco malo”. Será mi particular venganza. A lo
pobre, claro. En consonancia, pues.
Por cierto, ¿qué quiere decir “banco malo”? ¿Qué lo que
existe como módelo de bancos y cajas, era y es... “lo
bueno”?
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