El responsable de Oncología del Hospital Universitario,
el doctor Pedro Ballesteros, destaca el trabajo que se
realiza en la unidad del centro de Loma Colmenar. “En Ceuta
se puede tratar el cáncer como en cualquier otro sitio del
territorio nacional, igual de efectivo”, explica. “En la
unidad se trabaja bien y se ha asumido una gran parte de los
tratamientos que modernamente se pueden hacer para el
cáncer, de tal forma que ningún paciente que necesite algún
medicamento tiene que salir de Ceuta, cualquiera que se
pueda encontrar en el territorio nacional, bajo indicación,
se puede poner en Ceuta”, explica.
Según apunta el doctor, en el Universitario, por el
contrario, no se pueden ni realizar ensayos clínicos ni
aplicar radioterapia. “No tiene la categoría legal necesaria
para realizar ensayos clínicos”, matiza, y en cuanto a la
radioterapia, explica que la Organización Mundial de la
Salud (OMS) “dicta unas normas de población mínima necesaria
-que sitúa en torno a los 150.000 habitantes, por lo que
Ceuta no lo cumple-, para que sea legal la instalación
radioactiva de un equipo radioactivo, puesto que está
inmediatamente por debajo de las centrales nucleares”.
“Por mucho que queramos, en Ceuta no hay volumen de
pacientes para tener radioterapia, así que ni hay este
servicio, ni lo va a haber, al menos públicamente”, apunta
el médico quien explica que en 2011 se aplicó a esta terapia
en el centro de referencia, la Clínica Oncológica Radon, en
Algeciras, a 60 pacientes.
Ceuta puede realizar, por tanto, “la mayoría de las
intervenciones”, con excepciones de “operaciones muy
complicadas que necesiten de un cirujano maxilofacial,
torácico o neurocirujano”. “Pero la mayoría de las
intervenciones se pueden hacer, lo que no quiere decir que
tenga el cien por cien de la cobertura que pudiera tener; es
posible que aquí se puedan adquirir nuevas tecnologías tanto
en oncología como en otras especialidades, pero requiere de
tiempo, el hospital está creciendo y se irán metiendo
cartera de servicios nuevos en función de los pacientes”,
matiza.
Además, Ballesteros destaca que según los últimos datos, del
Instituto Nacional de Estadística (INE), sobre las causas de
muerte, los tumores son la segunda causa de muerte, siendo
Melilla la que menos tasa de mortalidad tiene, con un 21%, y
la segunda Ceuta, con un 23%, mientras que la media nacional
supera el 30%. “Ceuta y Melilla están por debajo, lo que
significa que aquí se hacen bien las cosas y esto incide en
la baja tasa de mortalidad”, agrega el médico.
Por otro lado, el facultativo destaca el “impacto
emocional”, que tiene el cáncer. “Es una enfermedad
devastadora, con componentes psiciosociales asociados al
sufrimiento y al dolor”, explica el médico. Además, señala
“es de los tratamientos más costosos que hay”.
“Los recursos son limitados y hay que valorar si se dedican
al cáncer, a los problemas del corazón o a otros aspectos
sociales; el tratamiento del cáncer ha supuesto que se
duplique el gasto sanitario, y hay que ser conscientes de
que los recursos son limitados, por lo que me planteo hasta
cuándo el sistema sanitario podrá soportar esta carga”,
apunta el médico. “No creo que el sistema sanitario deje de
financiar los productos oncológicos, pero sí es cierto que
suponen una parte muy importante de los Presupuestos
Generales del Estado en partida sanitaria, y puede que
llegue el momento en el que el Estado tenga que valorar a
qué pacientes tratar”, concluye.
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