Leyendo las opiniones de
compañeros , voy reflexionando sobre las declaraciones
vertidas de muchos personajes públicos y claro, hoy dia con
los adelantos tecnológicos, como digas diego, en vez de
digo, sales en youtube, en las redes sociales, te cuelgan un
video con un móvil, y tienes recochineo, y rintintin, todo
el año, porque no hay escapatoria alguna.
En los tiempos de hace otros años, los recuerdos que pongas
sobre el tapete, te dirán , ¿yo, que dices, tu está majara ?
, tu estás chalao, cuando ? y te dejarán con la sombra de la
duda, hoy dia, con los correos electrónicos, los mensajes de
móvil y redes sociales, puedes dejar plasmado lo que otros
hayan negado, con esto de la mala memoria.
De un tiempo para acá, voy observando con cierta
preocupación, gente de mi entorno, que han ido cumpliendo
los 65 años, y todavía no han llegado a los 70, y veo una
perdida de facultades tremenda, y no digamos la física, pero
si de memoria, de reflejos, de capacidad organizativa y
compruebas que has levantado.. un poco el acelerador de
preocuparte de ciertas cosas, domésticas, familiares,
sociales y emotivas, y ya ves que no están para muchos
trotes.
El pasado domingo, como costumbre ya tradicional, aparco por
un momento, el coche en la brecha, frente a la redacción del
Pueblo de Ceuta, y siento unas pitadas, de coches, al
girarme, porque ya estaba embelesado con mi Ribera, una
señora con un abrigo rojo, cruzaba impávida el semáforo de
la curva del plátano, estaba en rojo, el carril que da a
Jáudenes, y en verde, el que da al Paseo Colón.
A la señora le dije, que tuviera cuidado, con el color de
los semáforos, ella me explicó que no veía bien, que le
deslumbraba el sol, y a continuación dijo, para que pitan,
para que tienen tanta prisa, y que ¡ la dejaran tranquila !,
solo le dije, que esta vez había dado con nosotros... los
buenos... que otro día daría con los malos, y estos no
entienden ni de señora mayor, ni de tranquilidad...
Hace ahora creo ya, veinte años, me sucedió un episodio, que
fué dramático por la manera, en que se interpretó en su día,
y fue una historia que me dolió bastante, no tenía agua
caliente, aquella tarde, e iba con un maletón con mi pareja
y mi hija pequeña, para bañarme en casa de mis padres, no
tenía llave de la casa, hoy si la tengo, viendo como se
desenvolvió la cosa, y la queja de tener un quinceañero en
la casa, era que “molestaban mucho” los amigos, eso es la
edad del pavo, que la casa, se convierte en Galerias
Preciados, ... por poner aquellos almacenes de moda de esos
tiempos.
Y llegó al portal, pego en el fono...nadie contesta, me abre
una vecina, pego en el timbre de la puerta, nadie abre, como
no había moviles, le digo a una vecina, por favor, me deja
usted, hacer una llamada a casa de mis padres, y no cogen el
teléfono, final : me tuve que ir de vuelta, con la maleta,
con la familia, y sin poder pasar una tarde agradable, con
los míos:
Por la noche, mi madre me llamó, y me dijo ¿ javier, tu has
estado hoy aqui ,? y le dije si, mama, ay que ver, que hemos
discutido y nos hemos quejado que no podemos dormir la
siesta...
Le dije, mamá, tienes un hijo de viaje en La India, tienes
un hijo en una Fragata de la Armada, en el Adriático, de
Misión en los Balcanes, y tienes otro hijo con un coche y
con una familia, ¿ no podías pensar, que cuando te quieren
localizar, por las tres versiones, timbre, teléfono y
puerta, es por algo ?....
Han pasado ya veinte años, y aquella mala tarde, siempre la
tengo presente, tanta, que cuando no me contesta alguien, y
el móvil, dice, el teléfono al que usted , llama, está
apagado o fuera de cobertura... ole las narices de cada uno
y de cada una, que cuando llegan sus minutos de gloria, que
le den al mundo...
A mi me hizo falta hace dos años, rematar la faena cortando
orejas y rabo, y cuando vi, que me llamaban en el momento
oportuno por los dos móviles, me dije ¡ algo ha pasado !, y
nunca me pararé a pensar si hice lo correcto, porque para
fiestas, no se acuerdan de uno, pero para penas, marrones, y
servicios de transportes, siempre cuentan conmigo..
Después de aquella gesta fallida, me dediqué a devolver a
diestro y siniestro, las llamadas intempestivas, a horas de
picos pardos, sobre las siete de la tarde, y me contestaban
¿ algo importante ?, la diferencia, como la comparsa de los
del Piso de Abajo, que uno se vuelve MALO MALO MALO.
Hoy lo recuerdas, y te dicen ¿ yo, cuando, que dice, anda ya
?
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