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El presidente de la Ciudad, Juan
Vivas, presentó ayer al secretario de Estado Antonio Beteta,
unas cuentas que para sí quisieran la inmensa mayoría de las
administraciones públicas españolas en estos tiempos.
Resulta que el Gobierno ceutí, recorte aquí, recorte allá,
ha podido “seguir invirtiendo, pagando las nóminas,
atendiendo los servicios con normalidad, pagando a los
proveedores y cumpliendo las obligaciones con los bancos”.
Es cierto que las aportaciones del Estado han aumentado,
como reconoce también, pero aún así, el hecho de que a una
administración le sobren 22 millones a fin de año se antoja
casi un prodigio y desde luego es una buena noticia sobre
todo para los colectivos vulnerables y más necesitados de
apoyo.
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Gran trabajo al frente del
CETI |
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Los casi tres años que el director
del Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI),
Carlos Bengoechea, ha estado al frente del mismo se
recordarán sin duda en el futuro por la eficacia y su
compromiso en la gestión de este complejo fenómeno, además
de por su interés en darlo a conocer al resto de la
sociedad. Tras esta etapa de servicios especiales,
Bengoechea regresa a su puesto de funcionario de Exteriores,
un trabajo por el que ya llegaba al cargo con un bagaje
profesional muy útil y que se habrá visto sin duda
enriquecido tras su paso por el CETI. Atrás deja un año tan
difícil como fue 2011, con incesantes avalanchas de
subsaharianos que situaron el centro por encima del límite
de su capacidad, etapa que se superó con éxito. Desde EL
PUEBLO le deseamos lo mejor en su nuevo destino profesional.
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OPINIÓN / EDITORIAL
