La plaza de África -por la mañana- y las Murallas Reales
-por la tarde- se convirtieron ayer en el escenario del
rodaje de la película ‘Jaque mate’, una producción marroquí
-con una pequeña colaboración hispano-francesa- a cargo de
Abdelatif ‘Hwidar’, ganador de un premio Goya en 2008 por el
cortometraje ‘Salvador (Historia de un milagro cotidiano)’.
La película cuenta la historia de dos familias y dos
generaciones, a través de los personajes de dos amigos y sus
respectivos hijos. “Es un viaje a lo largo de dos etapas
distintas y en sentido contrario, y hasta ahí puedo
leer...”, apunta ‘Hwidar’.
El filme está protagonizado por el actor Said Bey, muy
conocido en su país. “Es un personaje súper ‘underground’,
se dedica al tráfico de inmigrantes y de drogas, está en
busca y captura tanto en España como en Marruecos, y entra
con su hermano en Ceuta para desvelar un secreto sobre su
padre y ese día es el que se rueda en Ceuta”, explica el
actor, al que le sorprendió la expectación que causó su
presencia entre los viandantes. “Me he llevado la sorpresa
porque la gente ya no sólo me conoce en Marruecos, sino
también aquí, en Francia y en Holanda”, explica.
El director es Othman Naciri, quien explicó que sólo van a
rodar dos días en Ceuta, después de las siete semanas de
grabación en Marruecos. “Ha sido una experiencia muy
interesante porque estamos mezclando culturas y probando
algo emocional y sensacional en la zona fronteriza, que nos
pareció muy interesante enseñar por la mezcla cultural que
hay aquí”, apunta el director de la película.
El rodaje está previsto que finalice hoy y su estreno está
previsto para dentro de aproximadamente seis meses. Además,
las últimas escenas rodadas coinciden con las que finalizan
la película y que son las que se localizan en Ceuta. El
protagonista intenta pasar de manera ilegal por la frontera,
pero se ve inmerso en una persecución policial. El rodaje
‘fronterizo’ sólo se hará en la zona del país vecino,
mientras que para la parte que se rueda en España, se ha
contado con la colaboración de la Consejería de Educación,
Cultura y Mujer, que ha colaborado con el apoyo de la
Policía Local. Al principio los agentes sólo debían estar de
figurantes en plano, pero al final se animaron a participar
más activamente en el rodaje y a interpretar la persecución.
Como anécdota del rodaje, un ciudadano capturó al actor que
protagonizaba la persecución pensando que era una historia
real. “Yo creía que las cámaras estaban por la visita del
obispo y no me pensé en atrapar al delincuente”, apuntaba el
improvisado héroe.
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