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OPINIÓN - SÁBADO, 26 DE ENERO DE 2013

 

OPINIÓN / EL OASIS

Destacamos en gripe y parados
 


Manolo De la Torre
manolodelatorre@elpueblodeceuta.com
 

Temo haber agarrado un romadizo. La persona a la que me dirijo se le calca en su cara la extrañeza de quien no sabe ni papa de lo dicho por mí. Pronto caigo en la cuenta de que a nadie se le ocurre expresarse de tal manera para comentar que ha cogido un catarro de la mucosa nasal. Lo cual no significa que el sustantivo empleado no sea correcto. Que lo es. Aunque suene raro.

Y lo primero que hago es disculparme con mi interlocutor. El cual aprovecha la situación para decirme que ha leído que Ceuta está que se sale en cuanto al número de personas que padecen la gripe, y me habla además de que predomina un tipo griposo conocido mediante una combinación de letras y de números que parecen más la combinación de una caja fuerte que la designación de una infección vírica.

Y le pregunto qué dicen los médicos al respecto. Y me pone al tanto de las recomendaciones: beber líquidos, evitar el consumo de alcohol y tabaco, y tomar medicación para mejorar los síntomas, así como reducir la fiebre. Casi lo de siempre.

Menos mal…, le digo. Porque hubo un invierno, allá cuando los ochenta estaban dando las boqueadas, en que un médico escribió un artículo divulgador sobre los riesgos de la gripe, y dijo que podía desencadenar complicaciones “como la neumonía viral, siendo entonces la mortalidad alta sobre todo si afectaba a enfermos cardiópatas crónicos, etcétera”.

Nunca agradecí tanto un etcétera. Porque el del médico hizo posible que me deleitase con un dardo delicioso que le dedicó el maestro Lázaro Carreter. Por cierto, quienes escriben en periódicos y hablan públicamente en los medios, deberían leerle con asiduidad y provecho. A lo que iba, y transcribo literalmente lo que escribió al respecto el hombre que tanto defendió la lengua española.

“A muchos lectores como a mí mismo, se les habrá detenido el pulso. ¿Corre ese peligro quien padece tortícolis? ¿O coxalgia, escrófula o podagra? ¿Afectará la terrible neumonía al palúdico, al ictérico o al varicoso? El doctor, con su olímpico etcétera, nos ha dejado a todos expuestos al siniestro mal, porque ¿quién no padece siquiera una jaqueca? ¿También la migraña constituye alto riesgo?”.

Puede ser que la gripe sea un siniestro mal para todas las personas metidas en años y que, en mayor o menor medida, estemos ya padeciendo varios alifafes. Y que tengamos que prevenirnos contra las complicaciones. Es ley de vida y creo que todos los que militamos en esa multitud que han dado en llamar, con sobrada cursilería, Tercera Edad, debemos ser consecuentes y vivir la realidad de lo que nos espera.

Pero hay otro virus mucho más dañino que se llama paro. Y que está ciudad también destaca por él. El paro es una enfermedad que causa pánico a quienes la padecen. Y el único remedio es proporcionar trabajo a quienes no lo tienen. Ya que el hombre nació para trabajar. Y cuando no lo hace se comporta como una fiera enjaulada. Amén de sentirse emasculado.

Máxime si mira a su alrededor y ve que los hay instalados en una vida muelle. En puestos designados a dedo por obra y gracia de un jefe de partido político con mando omnímodo para dar y quitar prebendas. O hacer del nepotismo su mejor arma para domeñar la voluntad de muchas personas. Y qué decir cuando los parados, hartos ya de buscar empleo y deciden darse por excluidos del régimen laboral, se enteran de que la corrupción no cesa. Y que él, sin embargo, es considerado, cada vez más, un pobre diablo.
 

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