Se ha impuesto la sensatez y la cordura en un conflicto
inicial al que aludíamos ayer y que dejaba muy malparada a
la que hasta este momento había sido la empresa
adjudicataria del servicio de limpieza viaria de Ceuta.
Urbaser.
La salida de tono de ultimísima hora, negándose a dejar los
camiones a la nueva concesionaria del servicio, no dejaba de
ser una pataleta insulsa, tan inoportuna como ilógica y poco
elegante. Ya decíamos que Urbaser no podía poner un borrón
de esa categoría manchando un final al que esta propia
empresa se ha visto abocada al no concurrir al concurso
público.
Acabar una trayectoria de veinte años con intentonas
traicioneras dice bien poco de la gallardía que ha de
imperar en toda empresa seria que ha de llevar una conducta
coherente con la lógica de los acontecimientos sin aferrarse
a malas prácticas que sólo conducen a estériles conflictos,
más ficticios que reales. Celebramos que Urbaser haya
reaccionado en positivo a una actitud que era obligada que
depusiera por el bien del pueblo de Ceuta al que ha estado
prestando servicio durante veinte años, ya que no conducía
mas que a la cerrazón, un empecinamiento que resultaba más
una pataleta que un comportamiento serio, coherente,
sensato, razonable y justo.
Conocida la intención de deponer su actitud inicial, no nos
queda mas que aplaudir a Urbaser por su reflexión sobre un
tema que no podía desencadenar una salida de tono tan
estrambótica. Desde esta columna abogamos por el
entendimiento y el diálogo como vehículo de razonamiento
sensato en vez de posturas intransigentes, estrafalarias y,
desde todo punto, incoherentes porque no siempre se puede
estirar la cuerda para romperla. Y en este caso Urbaser
tenía poco que estirar porque la cuerda no cedía más y bien
sabe esta empresa que en las cantidades que ha ido
percibiendo, también había un capítulo para amortización de
maquinaria, luego no podía extralimitarse en sus
pretensiones, ya que de una u otra forma, había amortización
de maquinaria desde hace un tiempo.
Dicen los castizos que “bien está lo que bien acaba” y es
cierto. Una vez conocida la postura de Urbaser, parece que
la normalidad vuelve para que el relevo no sea traumático,
como no podía ser menos, y la prestación del servicio de
limpieza viaria de Ceuta se realice sin que el ciudadano
acuse que se ha producido ningún cambio, ya que el hecho de
que la nueva empresa subrogue al personal es también
garantía de profesionalidad. Cambio de dirección y empresa
aunque no de operarios, quienes se conocen perfectamente su
cometido y han de darle continuidad al servicio para que
éste se desarrolle en los mismos términos en los que se
venía prestando.
Quiere decirse que, a partir del 1 de febrero, que está ya a
la vuelta de la esquina, la nueva empresa inicia su andadura
que deseamos sea fructífera por el bien de esta ciudad y sus
ciudadanos.
En principio hay que darle el preceptivo voto de confianza
para que su tarea sea lo más eficiente posible y acometan
con la eficacia deseable una nueva etapa que se abre y en la
que hay depositadas todas las esperanzas y los mejores
deseos. Ceuta merece una ciudad limpia y un buen servicio
día a día.
|