Los propietarios y usuarios de las naves del Tarajal
empiezan a estar cansados de las “continuas humillaciones”
que vienen sufriendo, unos para acceder a sus negocios y
otros para intentar adquirir algunos de los productos que
venden en estas naves, por parte de los agentes de la
Policía Nacional que velan por la seguridad de la zona.
Fernando Núñez, dueño de una de las naves ubicadas en la
primera fase del polígono del Tarajal, sufrió ayer en
primera persona la “humillación” que, según denuncian los
propietarios de los establecimientos y los propios usuarios,
vienen padeciendo prácticamente “a diario” por parte de los
agentes de la Policía Nacional que se encuentran destinados
en la zona.
Núñez, denunció ayer a EL PUEBLO, el trato “humillante y
despótico” con el que se le dirigió inicialmente un agente
nacional y posteriormente, cuando solicitó hablar con un
superior, el propio jefe del equipo.
El propietario de uno de los comercios de la zona resaltaba
que “desde que ha llegado este grupo de agentes provenientes
de Madrid, la situación lejos de mejorar ha empeorado
considerablemente, ya que “las puertas de acceso controlada
por los agentes son cerradas, se forman largas colas para
acceder al interior del polígono, y lo que es peor, el trato
de los agentes tanto a los propietarios y los usuarios es
humillante y despótico”.
Precisamente ayer, cuando Fernando Núñez intentaba acceder
al interior del Tarajal para acudir a su negocio, el agente
que custodiaba una de las puertas de acceso le negó el paso
y le dijo que se buscara otra entrada. Después de pedirle
explicaciones y comunicarle que es un propietario de una de
las naves, el agente finalmente le abrió la puerta pero se
dirigió a él diciéndole “tira ya coño que me tienes hasta
los huevos”.
Cuando el propietario se volvió para pedirle una explicación
ante tal falta de respeto, el agente lejos de recapacitar y
cambiar de actitud comenzó a gritarle y a decirle “a mi no
me chilles y no me señales con el dedo”, todo ello mientras
lo zamarreaba. Al ver que la situación se desmadraba, Núñez
solicitó hablar con un superior. Después de estar un rato
esperándolo en los aledaños de la piscifactoría, el jefe del
operativo llegó a la zona y se dirigió al propietario
diciéndole “¿usted que pasa, que no tiene vergüenza? Estoy
hasta los huevos de Ceuta y de lo que hay aquí”.
Tras comprobar que la situación seguía igual y que ni el
superior se interesó por lo que había sucedido y cómo había
sucedido, decidió abandonar la conversación.
Por último, el propietario del establecimiento, que cuenta
con testigos de lo ocurrido, se ha puesto en contacto con su
abogado para denunciar lo ocurrido. Además, también
transmitió sus quejas a Delegación del Gobierno ya que, tal
y como destacaba a este diario, “esta situación no es un
hecho puntual que ha ocurrido y punto, viene produciéndose
casi a diario y el trato que recibimos tanto los
propietarios como los usuarios de la zona es humillante y
eso no se puede consentir”.
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