A la atención del “periodista”, que a día de hoy 21 de Enero
de 2013, escribe un “artículo” sobre el campo a través,
celebrado el día de ayer, y que no firma dicho documento:
Me sorprende leer, el último párrafo de su escrito, donde
usted argumenta: “El mismo se realizó prácticamente una hora
después de terminar la competición debido a los problemas de
los jueces de la prueba para realizar las clasificaciones”.
Y me sorprende, porque desgraciadamente no me extraña la
facilidad para poner en tela de juicio dicha actuación de
los jueces y no de otros “estamentos” más importantes, a los
que usted no debe permitirse el lujo de criticar. No
obstante, me voy a permitir corregirle en algunos puntos:
1.- Los jueces no tenemos porque hacer las clasificaciones,
nuestra función es controlar la prueba, ver si se cumple el
reglamento y presentar un listado con los resultados. Y no
distribuir estos por categorías y ver los premios (eso, es
función de la organización, pero, no nos importa “echarles
una mano” para agilizar este trabajo, ya que por la práctica
lo hacemos más rápido)
2.- Tal como usted indica, que la labor de los jueces no fue
la correcta debería usted haber apuntado, que en parte se
dificultó dicha labor:
- Porque las inscripciones, una vez más, no se hacen como
debieran, se cambian personas de categorías, o de sexo al
apuntarlos y eso hace “casi imposible” buscar dorsales,
menos mal que aquí nos conocemos todos y en seguida
detectamos los fallos.
- Que esa mala labor que usted denuncia, también se
incrementa por la no disposición de los atletas a cumplir
las normas, y al permisividad de la organización; no
descalificación por no pasar control de salida, o por no
llevar el dorsal visible, o aún más grave, porque un
corredor llegue tarde y se le permita salir unos diez
minutos después de haber comenzado la prueba. Todo esto si
dificulta nuestra labor, por no hablar de la incapacidad de
la organización de dotar de dorsales de distintos colores o
de numeración diferente para categorías distintas, y un
largo etcétera más que puedo seguir enumerando.
3.- Es mucho más fácil criticar nuestra labor, y no criticar
los verdaderos culpables, pero claro, supongo, que usted
pensaba que criticarnos a nosotros era gratuito.
Al igual, que no es fácil el trabajo de los jueces, con los
“periodistas” preguntando a cada momento nombres y tiempos,
en vez de esperar que se termine, para poder marcharse
rápidamente.
Gracias por su atención.
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