Es una auténtica psicosis la que
hay por instalar estas videocámaras en los garajes, en
primer lugar, por lo que representan para la seguridad y muy
especialmente por los últimos incendios de coches que ha
habido.
Las diversas comunidades de vecinos se están moviendo mucho
más que nunca, para tratar de asegurar los garajes que
parece que están siendo el punto de mira de muchos de los
delincuentes.
La reacción de las comunidades de vecinos no se ha hecho
esperar, muy particularmente al haberse dado cuenta de que
con la instalación de estas videocámaras podrán salvaguardar
su propia seguridad en todos aquellos edificios en los que
hay plantas de garajes.
Parece que, de momento, no hay otra solución. Los problemas
que se vienen dando urgen la protección de los garajes y, de
rebote, las propias viviendas.
Desde hace muchos meses se veía venir y hay expertos en este
tipo de actuaciones que ya vienen advirtiendo que estas
circunstancias, estos hechos, no son algo aislado y
esporádico, sino algo que viene unido a la delincuencia que,
ahora más que nunca, accede a los garajes para que desde ahí
vean las posibilidades de entrar a otras partes.
Ya son varias las comunidades de vecinos, del centro y de
las barriadas, que han puesto manos a la obra, se han
interesado por la instalación de estos dispositivos y así se
podrán sentir más seguros.
Y unos hechos motivan otros, como es el caso de que tras el
incendio del garaje en la calle Linares se han movido en
otras comunidades de vecinos para la revisión del sistema de
alarmas, algo que jamás hubieran hecho antes, contra
incendios, cosa que se solía hacer una vez por año y que, a
partir de ahora, podría ser conveniente hacerlo cada tres
meses, o como mucho cada seis.
Con esto, nunca llueve a gusto de todos, las empresas
especializadas van a ser las que recojan los primeros
beneficios, al haber surgido esta preocupación, necesaria
por otra parte, de tener en orden todo tipo de sistemas de
seguridad.
Hechos como los que han venido sucediendo hacen que cada vez
se tenga que ser más exigentes en este ámbito y que haya que
instalar todo tipo de dispositivos para que haya seguridad,
de verdad, de ahora en adelante.
El factor sorpresa hay que desterrarlo ya, de una vez por
todas, si es que queremos tener seguridad plena. También, en
todo lo posible, la presunta intervención de los
delincuentes que llegan con unas intenciones aviesas a los
garajes, para luego tramar lo pensado o lo impensado, en
esos garajes o en pisos, en los que empiezan con los
destrozos y siguen con los robos, sin importarles el valor,
sino tratando de hacer el mayor acopio posible de todo lo
que van encontrando. La identificación de los malhechores,
una vez instaladas estas videocámaras, se hará mucho más
fácil, si es que se logra implantar un buen sistema de video
vigilancia en las escaleras, en los propios garajes o en las
entradas a los pisos.
Es la situación a la que nos están llevando los
acontecimientos que se vienen dando, unos por la propia
crisis, y otros, no debemos ocultarlo, porque el vandalismo
es algo que va muy a tono con los tiempos, y aquí no iba a
ser una excepción, sino todo lo contrario.
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