Tres de los cuatro responsables de embestir a una
patrullera de la Guardia Civil con una embarcación
semirrígida fueron condenados ayer a dos años de prisión,
así como a pagar una multa de 300 euros e indemnizar a los
cuatro agentes que lesionaron. Los hechos ocurrieron en mayo
de 2005. El cuarto acusado se encuentra en busca y captura.
El 21 de mayo de 2005, la patrullera de la Guardia Civil
detectó en sus radares una embarcación semirrígida en la
zona de Punta Almina. La lancha se dirigió hacia ella y le
dio el alto. Pero los cuatro pasajeros de la embarcación
hicieron caso omiso y se dieron a la fuga. La Guardia Civil
inició entonces una persecución que duró cerca de una hora.
Pero, finalmente, la semirrígida optó por embestir a la
patrullera, que quedó destrozada, mientras que los cuatro
agentes que la ocupaban sufrieron diversas lesiones.
Más de siete años después de los hechos, tres de los cuatro
ocupantes que abordaron la lancha de la Guardia Civil se
sentaron ayer en el banquillo de los acusados del Juzgado de
lo Penal número uno. El cuarto se encuentra en busca y
captura.
Los acusados reconocieron los hechos que se les imputaban,
un delito de atentado con empleo de instrumento peligroso,
dos delitos de lesiones y dos faltas de lesiones. Por todo
ello, Fiscalía solicitaba dos años de prisión además de
sendas multas de 300 euros que los responsables del abordaje
aceptaron. Además, se les impuso la obligación de indemnizar
a los agentes heridos y a la Dirección General de la Guardia
Civil por la patrullera destrozada en cuantía de 447.226
euros. No obstante, los acusados se declararon insolventes.
Ahora, el Juzgado investigará su patrimonio para intentar
pagar la multa y las indemnizaciones de los agentes.
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