El agente de la Policía Local Miguel Ángel Ortega fue
enterrado ayer en el cementerio de Santa Catalina en
compañía de familiares, amigos y autoridades. El juez ha
decretado que el cuerpo no sea incinerado, como era el deseo
de la familia, porque todavía faltan algunos resultados de
las pruebas forenses que se le practicaron el pasado
domingo.
El agente de la Policía Local Miguel Ángel Ortega fue
enterrado ayer en el cementerio de Santa Catalina en
compañía de familiares y amigos. En un principio la familia
decidió incinerarlo para poder trasladarlo a Málaga, pero el
juez ha decretado que sea enterrado porque faltan algunas
“pruebas” forenses que tardarán “un tiempo” en proporcionar
más datos acerca del fallecimiento, informaron fuentes
policiales. A las 18.00 horas, agentes del Cuerpo Municipal
con el superintendente jefe Ángel Gómez a la cabeza, junto a
la consejera de Presidencia, Gobernación y Empleo, Yolanda
Bel, y miembros del Cuerpo Nacional de Policía y de
Delegación de Gobierno, entre ellos, el jefe de Gabinete,
Francisco Verdú. Agentes de diferentes unidades quisieron
rendir homenaje a su compañero de la unidad de Tráfico, que
tenía 39 años y que estaba de permuta desde hacía dos años
en Ceuta después de haber dejado la localidad de Linares
(Jaén), donde desempeñaba también funciones de agente
municipal.
Ortega fue encontrado en la noche del sábado al domingo por
el CNP tendido en la cama de su vivienda en la avenida Reyes
Católicos. Fuentes policiales explicaban que, al parecer,
llevaba tres días sin vida.
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