“Llega muchísima gente a la Federación de Vecinos
solicitando ayuda”. Con estas palabras, el presidente de la
FPAV, José Ramos, explica el drama que viven casi a diario
muchas familias y personas necesitadas que pasan por las
instalaciones a pedir un trabajo. A pesar de no poder
proporcionárselo -ya que el cupo de las Brigadas Verdes está
cubierto-, la FPAV les “escucha y no se les engaña”.
“Decimos qué instituciones, como el Banco de Alimentos, Cruz
Blanca o la Consejería de Asuntos Sociales, les pueden
ayudar”, asegura.
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